Una victoria cómoda, placida y sin sufrimiento antes de que al Leverkusen se le meta una piedra en el zapato. Sí, esa piedra es el Inter de Conte. Los de Bosz, que venían con un 1-3 a favor en la ida, tan solo tuvieron que certificar el billete y lo hicieron ganando ante un Rangers que ni siquiera fue capaz de plantar cara.

El Leverkusen se las verá con el Inter (leer noticia)