El sábado pasado, Sergio Ramos y Pilar Rubio se dieron el 'sí, quiero' en la Catedral de Sevilla para, posteriormente, llevar la ceremonia a la finca del central merengue 'La Alegría'. Allí, un centenar de empleados trabajaron en los detalles para ofrecer el mejor servicio a los más de 400 invitados. Sin embargo, algunos colaboradores no están satisfechos con las condiciones laborales que les expusieron.

Una empleada en la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio: "Me trataron como a un perro" (leer noticia)