La Champions es una selección natural de talento puro. Solo apta para aquellos que entienden su peculiar desarrollo mental. Por eso no basta con tener las mejores estadísticas, llegar en la forma idónea o ser simplemente muy bueno. La ventaja surge de la inteligencia pura que te lleva a meter un parte de tu cuerpo donde nadie lo imagina, como hizo Rodrygo en las semifinales de 2022 ante el Manchester City. Misma trascendencia que el tanto con el que Rodri Hernández le dio la victoria al cuadro de Guardiola en la final del año pasado frente al Inter.

Rodrygo contra Rodrigo: el martillo de la Champions contra el que nunca pierde (leer noticia)