El fútbol puede ser un vehículo poderoso de las causas sociales. Su impacto global es usado, en ocasiones, como una herramienta para visualizar injusticias sociales o para recaudar fondos para combatir enfermedades. Uno de los exdeportistas más activos en los últimos años ha sido Juan Carlos Unzué, que el verano de 2020 fue diagnosticado de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa que afecta a unas 4.000 personas en nuestro país y que no tiene cura ni tratamiento.

Juan Carlos Unzué y el Barça, premio espíritu deportivo (leer noticia)