Leo Messi sigue sin dar crédito a lo sucedido. Ni él ni su familia asumen que no volverá a lucir la camiseta del FC Barcelona, que empezó a defender la temporada 2000-01 en el Infantil B y con la que ha jugado 836 partidos (778 oficiales y 58 amistosos) además de anotar 709 goles (672+37). El crack estaba convencido de que iba a seguir vinculado a la entidad azulgrana, por lo menos, otros dos ejercicios. De ahí que el mazazo haya sido hiriente y lo haya dejado sumido en una profunda decepción.

Messi y su familia, rotos (leer noticia)