Ojalá Messi nunca se hubiera ido

Leo Messi, ante el Lyon

Leo Messi podría dejar el PSG por el FC Barcelona / AFP

Alfredo Martínez

Alfredo Martínez

Si algún día regresara Messi al Barcelona, no puedo negar que para mí sería una de las noticias más alegres y felices que poder contar. Pocas noticias me darían más satisfacción.

Es más, una de las noticias más tristes que tuve que contar fue su adiós entre lágrimas en el verano del 2021. Messi lo que no tenía es que haberse ido nunca. Es patrimonio del Barcelona y como tal nunca debió vestir otra camiseta y posiblemente menos la del PSG, uno de los más encarnizados rivales modernos del Barça, pero le empujaron a ello. Los pitos de algunos seguidores del PSG, en los últimos partidos, demuestran que muchos no merecen que Messi defienda su bandera ni su camiseta. En contrapunto la afición del Camp Nou coreó al unísono el nombre de Messi hace unos días con admiración total.

Quisiera pensar si regresa que estos dos años no existieron, que Messi nunca estuvo fuera del Barcelona. Que todo fue una pesadilla. Messi ha sido y debe volver a ser la bandera del Barcelona, y para siempre. El símbolo más absoluto del Barcelona. No puedo olvidar que Messi fue campeón del mundo en Qatar como jugador del equipo parisino. Uno de los momentos más gloriosos de su carrera se le sustrajo al Barcelona que es quien creó y crió al jugador más grande de todos los tiempos. Quien forjó toda una leyenda.

Laporta siempre se ha arrepentido de esa decisión que dice que tomó obligado por la delicada situación económica que vivía el club en aquellos momentos, antes de activar las famosas palancas. Pero ya no solo fue la decisión, las formas dejaron mucho que desear. Cuando el padre de Messi llega a Barcelona telefonea a su hijo que estaba en Ibiza par que viniera solo para firmar. La renovación era un hecho. Un hecho hasta que a última hora el Barcelona lo rompe tras decidir no firmar con CVC. Pero eso ya es pasado. Olvidemos la pesadilla.

EL DINERO NO SERÁ UN PROBLEMA

Tengo la firme convicción que, aún siendo siempre un tema importante, el aspecto económico no es el principal, Messi a estas alturas ya no se mueve por dinero. Es mucho más importante el apego a los sitios y la gente. El cariño y el sentimiento. La oferta mareante del fútbol árabe atraparía a cualquiera. Convencería a cualquiera. Pero los últimos años de la carrera de Messi no tienen precio pero sí muchísimo valor. El último “last dance” del que para muchos ya es el mejor jugador de todos los tiempos.

Laporta quiere quitarse esa espina clavada que lleva desde agosto del 2021 y que no le deja tranquilo. Además con Messi volviendo a vestir la camiseta azulgrana el exilio en la montaña de Montjuic en el estadio olímpico será menos exilio. Messi sería un atractivo extraordinario para ver al Barcelona cada semana, cada partido.

Falta mucho por hacer, falta mucho por encajar pero como en las películas todos esperan un final feliz. Ojalá que Messi nunca se hubiera ido. Ojalá que vuelva.