El Barça, entre la ciencia ficción y el terror

Xavi Hernández, en rueda de prensa

Xavi Hernández, en rueda de prensa / SPORT.es

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La primera temporada post-Messi ha sido un relato que ha basculado entre la ciencia ficción y el terror. Una montaña rusa de emociones para un Barça que ha tenido que reinventarse tras la salida del crack argentino. Sin el mejor jugador del mundo y de la historia, el club blaugrana se ha visto obligado a construir un nuevo relato futbolístico. Lo ha hecho con enormes dificultades debido a la triple crisis deportiva, económica e institucional heredada. Laporta ha puesto toda su ilusión, imaginación y energía al servicio de la resurrección del Barça. Y ha encontrado en Xavi al mejor aliado para su gran objetivo: volver a crear un equipo campeón. El técnico ha enderezado el rumbo recuperando el modelo y agitando un vestuario moribundo. En solo cinco meses ha sido capaz de liderar una transformación que, por supuesto, está inacabada.

Este Barça es capaz, al mismo tiempo, de golear en el Bernabéu y de ser eliminado en la Europa League por el Eintracht de Frankfurt. Es un equipo de vaivenes y de extremos, que ha pasado de humillar al Madrid con un 0-4 histórico a ser humillado por los alemanes en el Camp Nou. Estos bandazos son la lógica consecuencia de la inestabilidad. Con Xavi ha vuelto la máxima exigencia a una plantilla que se había instalado en el derrotismo. El cambio no ha sido fácil. Ni ha terminado. Es un proceso muy largo para el que hay que tener mucha paciencia. Y asumir que los objetivos son de mínimos. Este Barça, ha quedado claro, no está para ganar títulos. Pero sí para clasificarse para la próxima edición de la Champions. Un reto menor pero imprescindible. Que puede certificarse esta noche ganando al Rayo Vallecano.

Quedan seis partidos para finalizar una temporada marcada por esa salida inesperada y traumática de Messi. Y absolutamente condicionada por los problemas financieros del club. Si el Barça es capaz de acabar la Liga entre los cuatro primeros habrá superado la situación de emergencia en la que estaba instalado. Y habrá puesto las bases para construir un nuevo proyecto mucho más ambicioso. Xavi es perfectamente consciente de todas las debilidades de su equipo. También, por supuesto, de sus virtudes. Y ha exigido una serie de fichajes imprescindibles para equilibrar una plantilla deficiente. La era post-Messi, como la definió ayer el propio técnico blaugrana, debe cerrarse hoy con la irrenunciable clasificación para la Champions. Un éxito viniendo de donde venimos.