La entrevista

Rafa Muñoz: "Mi situación es frustrante"

El cordobés, de 25 años, se entrena ahora en L’Hospitalet al no tener dinero para seguir en Francia

Àngels Fàbregues

Rafa Muñoz ha dejado Marsella. No podía costearse su estancia pese a que le hubiera encantado seguir allí entrenando. Era muy caro y no recibe suficientes ayudas. La opción ha sido regresar y ha elegido el CN L’Hospitalet, donde trabaja bajo las órdenes de Joan Giralt. Los resultados son todavía una incógnita.

¿Por qué no sigues en Marsella?

Podría haber vuelto pero me hacía falta dinero. Allí he de pagar un piso y la Federación no me podía ayudar lo suficiente. Tenía que desembolsar de mi bolsillo más de 10.000 euros incluyendo la ayuda que me daba la Federación, que es poca pero a falta de tanta subvención es normal. No lo vi rentable. Llevo ya varios años que saco más dinero del que entra. Decidí volver a España, entrenar en el L’Hospitalet e intentar sacar adelante una vida laboral, estudiar...

¿Actualmente de dónde te vienen los ingresos?

Si las cosas van bien cobro de Speedo. Por resultados. Y de dinero que voy teniendo de una beca por ahí, otra por allá. No tengo beca ADO porque no incluye pruebas no olímpicas, lo cual es un poco discriminante. Deberían sacar una ayuda para los que no nadan distancias olímpicas. Tenemos el mismo derecho. Al final el esfuerzo es el mismo. Tampoco tengo beca de la Federación. Tengo el dinero que voy recibiendo por resultados, que no es mucho porque no hay subvenciones. De mi club, el Navial, tampoco cobro, solo del Ayuntamiento que le pasa una subvención al club. Pero es poco dinero. Así que creo que no es el momento de ir derrochando.

¿Y no es ilógico que uno de los mejores nadadores de España esté en esta situación?

Es frustrante. Hay otras pruebas que sí que tienen repercusión económica y otras que quedan apartadas, al margen, y no se tienen en cuenta.

Así que te equivocaste de distancia...

No, me equivoqué de deporte. Este es el problema (risas).

¿Con la Federación cómo están las relaciones?

Con la Federación el trato es normal. Ellos no me pudieron ofrecer lo que yo les pedía. Hicieron un esfuerzo pero no me pagaban suficiente. Ellos me podían dar unos 600 euros mensuales y con eso no tenía ni para pagar el piso… calculé que tenía que poner casi 1.000 euros más de mi cuenta al mes. Siempre ando en números negativos y así no se puede seguir. No es rentable.

¿Por qué no volver al CAR?

Al CAR puedo ir pero ya estuve allí, los entrenamientos son los que son y decidí probar otra cosa. En el CAR se trabaja con demasiado control. Yo tengo otra mentalidad. Sabía que no habría cambios en los sistemas de entrenamientos y como no es lo que busco, pues no pruebo directamente.

¿Qué tienes en L’Hospitalet de diferente?

Me dejaron seguir perteneciendo a mi club, lo que fue un bonito detalle. Giralt me ofreció un tipo de entrenamiento que yo buscaba. Donde el deportista tiene voz y voto. Tengo más libertad.

¿Pero allí tienes suficiente competencia para entrenar a tu nivel?

Es cierto que la competencia puede ser un poco limitada, pero es lo que hay, es el nivel que tenemos y hay que buscarse la competencia en uno mismo.

¿Te centrarás en el 50 mariposa?

Sí porque varios años hemos estado probando en el 100 mariposa, pero no era suficiente. No sé si por tema mecánico o de preparación… 

¿Descartas el Europeo de piscina corta en diciembre?

No iré porque he empezado hace poco a entrenarme. Otros años tampoco he ido y no pasa nada. Me centraré en el Europeo de verano.

¿La natación está maltratada en España?

Yo creo que es un deporte que no está bien visto. El esfuerzo y la recompensa no son equitativos. No es que pida que se lleve al extremo del fútbol, pero es un deporte bonito y difícil.

¿Cómo ves el futuro?

El problema es que hay resultados pero sin continuidad. No se retira uno y sale otro..., no hay un relevo natural.

¿Tú qué harías para mejorarlo?

Lo primero implantar una mentalidad actualizada. No con entrenamientos anticuados. Tendríamos que cambiar la mentalidad. La gente es muy reacia a la hora de abrir la mente. Ver qué hacen otros países que van por delante de nosotros. No digo que lo estén haciendo mal, pero es lo que yo haría.