Inicio ciclismo profesional Van der Poel, un hombre sencillo, tranquilo y centrado

Van der Poel, un hombre sencillo, tranquilo y centrado

Normalmente, los ciclistas no pueden tomarse grandes periodos de vacaciones, pero eso no quita que lo poco que tienen, lo disfruten. Eso hace que solo se conozca la parte competitiva de los profesionales. Pero, como cualquier otro deporte, también hay la parte humana. Una faceta con la que se descubre la personalidad de cada ciclista. 

Recientemente, Mathieu Van der Poel ha acabado una Copa del Mundo de ensueño con 11 victorias durante este invierno. Parte de su excepcional estado de forma se debe a su cambio de residencia tras mudarse a tierras alicantinas.

Muchos profesionales acuden a la comarca de la Marina Alta alicantina que se ha convertido en un lugar ideal para entrenar. Van der Poel detalla que en esta ubicación es en la que entrena con un mejor clima e incluso disfruta con los entrenamientos largos. 

Van der Poel agranda su leyenda al conseguir su sexto campeonato del mundo de ciclocross

Alicante, la casa de Van der Poel

Unas tierras alicantinas que se han convertido en la mejor “casa” tal como explica el propio Van der Poel en una entrevista al semanario belga Knack: “Tengo menos compromisos aquí”. El neerlandés explica que no puede tener una vida mejor: “Cinco horas bajo el sol, con otros ciclistas, parando a tomar el café…”.

Otro de sus apoyos indispensables para conseguir estos éxitos es su pareja, Roxanne Bertels, la cual le aporta ese equilibrio vital necesario.  Van der Poel también aprovecha los descansos que tiene para compartir sus pequeñas aficiones con su pareja, como ver una serie de Netflix o jugar al pádel con amigos.

Tranquilo y sencillo

Un anonimato y una tranquilidad que tiene asegurada en España. De hecho, una de las fortalezas del ciclista del Alpecin Deceuninck es que no se preocupa por el qué dirán, lo que hace que pueda gestionar fácilmente la presión. Y se permite afirmar que nunca ha necesitado un psicólogo deportivo para afrontar situaciones complejas. “Hemos hablado de esto en el equipo, pero prefiero hablar con la gente cercana cuando tengo que afrontar reveses como lo que ocurrió durante el mundial de Wollongong”.

Además, Van der Poel ha sabido encontrar paz y tranquilidad en otros ámbitos que se han convertido ya en otra afición deportiva, la cual le relaja mucho. El golf es un deporte en el que está descubriendo que todo se reduce a una pequeña bola y en el que siempre hay un margen de mejora.

Van der Poel, a sus 29 años, ha sido capaz de evolucionar tanto en el plano personal como en la competición, convirtiéndose en un ciclista más calculador, que ataca en el momento preciso para poder llegar a la gloria. Una muestra de esta evolución deportiva fue su demoledor ataque a 22 kilómetros de meta en el Mundial de Glasgow que después ganaría. 


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