Asier Illaramendi, el ex capitán de la Real Sociedad que aún no ha anunciado su nuevo destino, demostró ayer su pasión por el ciclismo subiendo hasta el Tourmalet
¿Por qué engancha tanto el ciclismo? Pues esta fotografía de ayer en el alto del Tourmalet en la que aparece Asier Illaramendi a un extremo, con el maillot color burdeos, también nos lo demuestra.
Asier (a falta de confirmar su nuevo equipo) ha sido el capitán de la Real Sociedad hasta el final de la pasada temporada.
Un hombre de 33 años que también jugó en el Real Madrid y que ha sido internacional y que, además, es un gran aficionado al ciclismo como nos cuenta a través de sus redes sociales.
El exjugador de la Real no se quiso perder ayer una de las grandes etapas del Tour de Francia y estuvo en el Tourmalet.
Es más, horas antes de que Vingegaard, Pogaçar o Hindley lo subiesen, Asier hizo el mismo recorrido con tres amigos suyos, dos de los cuales militaron en las categorías inferiores de la Real como Jagoba Behobide o Aitor Aldalur.
Illarramendi, junto a sus compañeros, también compartió esta fotografía al lado del ‘Gigante del Tourmalet’, el monumento de los ciclistas.
Y la fotografía vale su peso en oro. No solo por estar donde está sino porque el Gigante es la historia viva del ciclismo.
Se trata de una escultura monumental creada por Jean-Bernard Métais y que fue inaugurada el 26 de junio de 1999 en presencia de Bernard Hinault, Jean-François Pescheux y Jean-Marie Leblanc, entonces máximos representantes de la dirección de la ronda francesa. Y desde aquel año se ha convertido en el símbolo de la cima del Tourmalet.
Representa a un corredor como bailarín y fue la novena escultura levantada en los Pirineos franceses en honor del Tour. Mide tres metros de altura, tiene una longitud de 2,40 metros y pesa 350.
