Hoy arranca una nueva edición del Tour de Francia y lo hace con dos claros favoritos. Tadej Pogacar y Primoz Roglic son, con permiso de Jonas Vingegaard, Geraint Thomas y Aleksandr Vlasov, los dos claros aspirantes a llevarse el gato al agua.
El pequeño de los dos eslovenos busca su tercer Tour consecutivo, mientras que el mayor de ellos, el ex saltador de esquí, Primoz Roglic, busca junto a su equipo, el primer triunfo en una carrera que por ahora les resulta esquiva.
Un nuevo duelo a cara de perro por alcanzar la gloria. ¿Roglic? ¿Pogacar? Quién de los dos parte cómo favorito? ¿Por qué? ¿Cuáles son las alternativas que puede presentar la carrera? A continuación vamos a desmenuzar esta importante incógnita en una día en el que la carrera más importante del mundo da un nuevo pistoletazo de salida.
La importancia de los equipos
El Tour de Francia lo gana un solo corredor pero pese a que el ciclismo es visto como un deporte individual, no deja de ser un deporte donde el colectivo puede estar muy por encima del individuo.
8 corredores serán los que integrarán tanto el Jumbo Visma como el UAE. 8 ciclistas que pelearán en cuerpo y alma por llevarse el trofeo más preciado del mundo del ciclismo. 7 de ellos ejercerán como gregarios de Pogacar y de Roglic.
En el equipo de los emiratos serán Marc Hirschi, Mikkel Bjerg, Brandon McNulty, Rafal Majka, Marc Soler, George Bennett y Vegard Stake Laengen los escuderos de un Tadej que buscará su tercer entorchado consecutivo.
Un equipo potente, serio, con una buena mezcla de juventud y madurez, con un único objetivo claro y con un bloque con potencial en todos los terrenos. Bennett, McNulty, Soler y especialmente Majka marcarán el ritmo en la montaña, mientras que Laengen, Bjerg o Hirschi, harán lo propio en el terreno más ondulado. Sin duda, el mejor equipo que Pogacar ha tenido nunca en un Tour de Francia. Un matiz que puede marcar la diferencia en una edición con una primera semana tan convulsa y agitada.
El Jumbo Visma de Primoz Roglic no se queda ni mucho menos corto. Un equipazo en toda regla pero con un ligero detalle. Vingegaard puede ser un excelente plan b si Roglic no puede estar, como el año pasado, a la altura de las circunstancias.
Wout Van Aert también peleará por el maillot verde mientras que Sepp Kuss, Steven Kruiswijk e incluso Tiesj Benoot marcarán el ritmo en la montaña.
Nathan Van Hooydonck y Christophe Laporte ayudarán al equipo en el terreno más llano y especialmente en la tensa primera semana.
Determinar cual de los dos equipos es mejor resulta muy complicado, sin embargo, las dos bazas con las que juega Jumbo Visma podrían ser mejor a ojos de un director deportivo.
Una cuestión de estado
Ganar el Tour de Francia se ha convertido para Eslovenia en una cuestión de estado. Saben que tienen a los dos mejores vueltomanos de la actualidad y todo lo que no sea renovar la corona en la carrera más importante del mundo será visto como un auténtico fracaso. Todo parece indicar que conseguirán renovar la corona, pero no deja de parecer curioso lo que ha conseguido este país europeo en tan pocos años.
Han pasado de no tener corredores o de pelear un duro Top 10 con Janez Brajkovic o Tadej Valjavec a ser casi casi la primera potencia mundial. Además, corredores como Matej Mohoric o Jan Tratnik solo ratifican que Eslovenia es un país con pocos corredores pero de enorme calidad. Es imposible sacar más talento por metro cuadrado.
La clave de la primera semana
La primera semana se presume como más importante que nunca. Al margen de las diferencias que puedan macarse en la contrarreloj inicial, habrá que estar muy atentos a lo que suceda con los abanicos, el viento, las caídas y por supuesto la etapa del pavé. El adoquín puede terminar siendo incluso más selectivo que la alta montaña. En ediciones ocasiones hemos visto como este tipo de recorrido seleccionaba enormemente la carrera. Nos extrañaría muchísimo que todos los corredores favoritos sean capaces de librar la etapa sin incidencias. Históricamente siempre ha condicionado la clasificación general. Lo cierto es que tanto Primoz Roglic como Tadej Pogacar son dos ciclistas bastante técnicos y tienen detrás a un gran equipo. Vingegaard quizá sea algo menos técnico y puede que lo termine pagando en una etapa que se presume como una auténtica loteria.
En definitiva, todo lo que no sea una victoria eslovena en los campos eliseos debería ser visto como una auténtica sorpresa. Alexandr Vlasov, Daniel Felipe Martínez, Adam Yates o Geraint Thomas pueden estar relativamente cerca pero parece muy complicado que puedan llegar a la altura de los eslovenos.
¿Ganará Pogacar el tercero? ¿Roglic conseguirá su ansiado Tour? ¿Habrá sorpresa? Dentro de 23 días saldremos de dudas.
