Pogacar ha sido el primero en dar la enhorabuena a Carlos Rodríguez por su victoria en Morzine: el primero de su vida en el Tour de Francia.
Por su triunfo en Morzine.
Por su valentía a los 22 años.
Y por la maravillosa etapa.
Pogacar ha sido el primero en felicitar a Carlos Rodríguez nada más cruzar la línea de meta y nada más solventar su agónico sprint con Vingegaard por la segunda plaza para arañar esos dos segundos.
Una imagen que ha pasado muy rápida en televisión pero de las que definen aún más a Pogacar: el ciclista que nos está enamorando aún más en este Tour de Francia con esa capacidad de lucha.
De hecho, en la etapa de hoy ha habido otro gesto de Pogacar (el antidivo) que prueba su solidaridad antes de enfocar los últimos cinco kilómetros del Joux Plane: los realmente trascendentes.
Adam Yates, su compañero de equipo, le había cedido el bidón de agua y, una vez que él había bebido, le ha preguntado a Adam si lo necesitaba.
Imagen muy bonita al nivel de este Tour y de una etapa insuperable.
Carlos Rodríguez se acerca como nunca al podio de París.
Da un golpe de Estado frente a Hindley y deja una etapa para la historia en un territorio sagrado.
Las cosas siguen en todo lo alto deseando que empiece ya la siguiente etapa.
Estamos viviendo el mejor Tour que podíamos imaginar con la aparición, incluso, de Carlos Rodríguez que en su primer Tour no se esperaba a este nivel.
