El Tour de Flandes es una de las carreras más deseadas por cualquier corredor profesional. Su historia, su recorrido, la pasión de los belgas por el ciclismo, su famoso pavés… muchas son las razones que hacen soñar con un triunfo, pero la victoria se vende cara, es codiciada y tiene dos inconvenientes que salvar: Oude Kwaremont (el Viejo Kwaremont, en su traducción al español) y Paterberg.
De hecho, en la edición de 2024 se subirá dos veces, la última de ellas en los últimos 20 kilómetros. Pero, ¿qué son exactamente estos dos escollos y por qué son tan famosos y decisivos?
Oude Kwaremont
Empecemos por el Oude Kwaremont. Apenas tiene 106 metros de altura pero siempre es decisivo. Es un estrecho camino que en sus poco más de 2 kilómetros (2.200 metros exactamente) suele abarrotarse de gente dispuesta a ver cómo los ciclistas sufren sobre su adoquinado.
La subida tiene un promedio del 4 % y su tramo de máxima pendiente es del 11 %. Es decir, para los ciclistas profesionales no debería suponer un problema… salvo que los 1.600 metros finales están adoquinados, lo cual complica rodar cómodamente.
El mejor tiempo en Strava (que alarga un poco el trayecto) lo tiene Tadej Pogacar, que consiguió subirlo el año pasado a una velocidad media de 33,6 km/h y un tiempo total de 4 minutos y 29 segundos. Por el lado femenino Annemiek van Vleuten mantiene el récord establecido el 7 de abril de 2019 tras completar la subida en 5 minutos y 44 segundos.
Paterberg
Por su parte el Paterberg, que fue incluido en el recorrido en 1986, es más corto y tiene menos desnivel acumulado, pero es más duro que el Oude Kwaremont. Al igual que este último, se trata de un camino estrecho y adoquinado, pero en este caso tan solo son 360 metros los que deben superar los ciclistas. Eso sí, con un promedio de casi un 13 % y una pequeña rampa del 20 %.
En este caso, según el segmento de Strava, Jens Vanden Heede ha sido el hombre que lo ha subido más rápido, en tan solo 44 segundos. Mientras que en el segmento femenino el récord lo ostenta Lorena Wiebes, quien lo subió en 1:08.
Subidas clave en el Tour de Flandes
Ambas subidas encadenadas suelen ser decisivas en la carrera y, probablemente este año también lo sean. En 2023 vimos como Pogacar atacaba a 18 kilómetros del final en un alarde de potencia espectacular en el último paso por el Oude Kwaremont. Mantener la distancia que ganó en esa subida le valió para alzarse con lo que en su momento fue su tercer Monumento, el ansiado Tour de Flandes. Van der Poel solo pudo ver al esloveno a lo lejos ponerse las manos en la cabeza y cruzar la línea de meta con una sonrisa de oreja a oreja.
Este año Pogacar no correrá el Tour de Flandes, pero sí lo hará Van Der Poel y, a pesar de la ausencia de Van Aert tras confirmarse la rotura de clavícula y varias costillas, estamos seguros que este segundo de los 5 monumentos de la temporada será un espectáculo.
