La movilidad sostenible se ha convertido en una asignatura pendiente que hay que aprobar de manera urgente. La Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) calcula que coches, furgonetas, camiones y autobuses producen más del 70% del total de emisiones totales de gases de efecto invernadero, de cuantas proceden del transporte. Y el planeta ya no espera más.
Qué es la movilidad sostenible
El de movilidad sostenible urbana es un concepto nacido para atajar los problemas medioambientales y sociales derivados del transporte de personas y mercancías. Este tiene un papel esencial en la sociedad y en la economía, pero contar con sistemas que sean eficientes y accesibles es fundamental para la calidad de vida de las personas.
Buscar alternativas al transporte contaminante sirve para paliar los efectos contaminación atmosférica, especialmente en las ciudades. Las partículas y el dióxido de nitrógeno son perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente. Aunque la derivada del transporte ha disminuido en la última década, sus concentraciones siguen siendo demasiado altas, según la AEMA.
El transporte consume una tercer parte de toda la energía final de la UE. La mayor parte procede del petróleo y, además de la contaminación atmosférica, también contribuye a la acústica, que es otro problema ambiental relacionado con la salud humana. Según la AEMA, en sus países miembro hay más de 100 millones de personas afectadas por este problema, también creados por medios masivos como el tráfico aéreo y los ferrocarriles.
Por los motivos mencionados y por otros como el impacto que el transporte crea sobre el paisaje, es necesaria una apuesta determinante por la movilidad sostenible. Las prácticas para promoverlo consisten en sensibilizar a la población, desarrollar infraestructuras accesibles y velar por la seguridad en los desplazamientos.
Transportes sostenibles recomendados
Hay una máxima relacionada con la conciencia ambiental que, aunque se ha utilizado en otros muchos contextos, viene bien para tener en cuenta la salud del planeta: piensa globalmente, actúa localmente. Insta a realizar pequeñas acciones dentro de las comunidades, teniendo en cuenta un objetivo mayor. Que, en este caso, sería el descenso de las emisiones.
El uso de transportes sostenibles debería comenzar con tus propias decisiones, sin necesidad de esperar a que los precios del combustible suban o las leyes ambientales lo promuevan. Para comenzar, puedes saber cuáles son, considerando en número de emisiones de CO2 a la atmósfera. Nos basamos en los datos de emisiones de CO2 por medio de transporte motorizado recogidos por Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.
1. Bicicleta eléctrica
Entre los transportes ecológicos motorizados, la bicicleta eléctrica solo emite 3 gramos de CO2 por kilómetro (gCO2/pKm), a bastante distancia del siguiente de la lista. Se trata de una forma muy limpia de moverte por la ciudad desde el punto de vista ambiental, y, dado que cuenta con asistencia la pedaleo, no te generará el esfuerzo de una bici normal.
A juicio de muchos usuarios, las ventajas compensan desventajas como el alto precio de venta en comparación a una bici normal, la autonomía limitada o la escasa cantidad de puntos de carga. Estos últimos puntos son los que más pesan, considerando el precio de la energía en la actualidad.
La lista se centra en vehículos motorizados, pero menos emisiones aún genera una bicicleta normal. Que, además, no te genera gastos de energía eléctrica adicionales.
2. Moto eléctrica
Es un vehículo eléctrico de dos ruedas que solo emite 17 gCO2/pKm. Mucho menos que las que se mueve a partir de combustibles fósiles, cuyo cálculo de emisiones se estima en 53 gCO2/pKm según el listado compartido por IDEA.
Su motor eléctrico le permite realizar entre 70 y 100 kilómetros, suficientes para trayectos por la ciudad o inteurbanos de media distancia. Reducen mucho la contaminación acústica y la atmosférica, y se calcula que resultan más rentables a corto plazo por el ahorro en mantenimiento y el gasto de combustible, entre otros gastos. Incluso las reparaciones son más limpias.
Pero, como sucede con la bici eléctrica, su precio de venta suele ser más alto que en las motos tradicionales, es complicado encontrar puntos de recarga en la ciudad, y el tiempo de repostaje es mayor. Además, alcanza menos velocidad.
3. Tren
Está entre los mejores ejemplos de movilidad sostenible porque un solo trayecto emite menos que otros medios, y porque su capacidad en cuanto a carga es mayor. Siempre resultará más eficiente trasladar a muchos viajeros en un solo recorrido que solo a unos pocos.
Entre los trenes, el AVE es el que menos emite: 23 gCO2/pKm. Una cifra muy baja que se une a otras ventajas como la alta velocidad y la seguridad. Sin embargo, no todo el mundo puede permitirse sus precios y la red no es tan amplia en el sentido de que no cubre todo el territorio.
En cuanto al metro y el tranvía, también se consideran sostenibles, ya que emiten gCO2/pKm y son medios de transporte masivos. Tienen horarios fijos y precios asequibles, sobre todo considerando las últimas políticas de ayudas que promueven su uso. Además, en el caso concreto del metro, es muy rápido.
4. Autobús
Los autobuses no resultan tan sostenibles como otros medios de la lista, si consideramos sus números absolutos. El transporte interurbano y el bus urbano emite, respectivamente, 32 y 49 gCO2/pKm a la atmósfera. Son cifras altas en comparación con la bici o la moto eléctrica, pero, de nuevo, tienen la capacidad de transportar a muchos pasajeros en un solo trayecto.
Es un punto que incrementa su eficiencia. Pongamos el ejemplo de un autobús urbano con capacidad para 50 personas que, en un trayecto de 5 km, emitirá 245 gCO2. Para mover a 50 personas en moto eléctrica, se necesitan 25 motos, que en la misma distancia emitirán 2.125 gCO2. Por lo tanto, desde el punto de vista ambiental, siempre será mejor optar por el transporte público.
5. Coche eléctrico
El coche eléctrico emite 43 gCO2/pKm, mucho menos que el coche alimentado por combustibles fósiles, cuya estimación de emisiones se eleva a los 121 gCO2/pKm. Casi el triple.
Son más respetuosos con el medio ambiente, más silenciosos, tienen un mantenimiento más económico y un seguro más barato, lo que, a largo plazo, supone ahorro. Pero se enfrenta a los mismos problemas que otros vehículos eléctricos, como el aún bajo número de puntos de carga, la menor potencia y autonomía y el alto precio de venta. Sin perder de vista que la generación de electricidad también genera contaminación.
El coche es un medio de transporte privado, luego siempre será menos eficiente que el transporte público comunitario. Puestos a reducir la contaminación, solo si no hay otra posibilidad deberías usar el coche en lugar del transporte público. Mejor aún si puedes compartir el trayecto, y mejor aún si se trata de un coche eléctrico.
Nuevos medios de transporte sostenibles
Entre los nuevos medios de transporte, el patinete eléctrico ha causado furor. No emiten gases nocivos, resulta cómodos y divertidos, se guardan fácilmente y pesan menos que una bici.
Pero no se puede perder de vista que el patinete eléctrico, como la bici eléctrica, emite unos 300 kg de CO2 durante toda su vida útil, en la que recorre una distancia de 20.000 km. Su huella de carbono es 16 veces menor que la de un coche, y seis veces menor que la de una moto de baja cilindrada, según un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid. Pero la extracción de residuos y la fabricación generan impacto al medio ambiente.
En cuanto al futuro, mucho se habla del hidrógeno, del hidrógeno verde y del metanol como nuevos combustibles. El caso concreto del metanol, genera reticencias porque se obtiene a partir de reactores industriales a altas presiones, lo que emite CO2. Pero se están aplicando nuevas formas para sintetizarlo, a lo que se suma que su uso se puede complementar con el del hidrógeno. Y este último no genera emisiones, permite recargas rápidas y es muy ligero.
¿Y qué nuevos medios de transporte se esperan? Veamos algunos de ellos:
- Tren por levitación magnética. Está en pruebas y se prevé que entre en servicio en 2027, para conectar Tokio y Nagoya en 40 minutos.
- Bicicletas públicas compartidas. Con motores eléctricos y alquilables mediante una app.
- Drones. Una empresa china trabajar en el desarrollo de vehículos aéreos autónomos que transporten personas.
- Cápsulas subterráneas. Trabaja en ellas The Boring Company, de Elon Musk. Se piensa en una red de túneles por el que circulen vehículos personales y autobuses autónomos a alta velocidad.
En definitiva, las opciones de movilidad sostenible son variadas, y cabe tenerlas en cuenta en un contexto de crisis climática y altos precios de los combustibles fósiles. Siempre será mejor el transporte público comunitario y, en caso de no ser posible, los vehículos eléctricos y los trayectos compartidos.
Eso de que el transporte público es más eficiente que el privado… Si no tenemos en cuenta lo que consumen los autobuses, que hacen recorridos que no necesitamos, que vuelven y van vacios a sus estaciones que están alejadas gastando muchísimo más que cualquier coche o moto privada, y que muchas veces van llenos en hora punta pero muchas veces van semivacios consumiendo muchísimo más que un vehiculo privado, pues eso que discrepo 100% con esa afirmación. Además de destacar que no funciona 24 horas y que fuera de horas punta las frecuencias de paso son lamentables. Además el que tengan sus propios carriles hacen ralentizar al resto de vehiculos y que estos tarden más y por ende contaminen más. El transporte público no es más que un negocio para que los políticos de turno coloquen a esas amistades que de otra forma no conseguirian nada, para cobrar y vivir a cuerpo de rey.