Inicio ciclismo profesional La toalla de Wout van Aert

La toalla de Wout van Aert

Wout van Aert con la toalla que casi le cuesta la victoria
Foto: Jumbo Visma Twitter

Hay muchas maneras de subir a un podio. Pero la que protagonizó el último fin de semana Wout van Aert es digna de foto para el recuerdo. 

El belga, después de hacer una exhibición e imponerse en la novena prueba de la Copa del Mundo de ciclocross en Dublín, subió al podio con una toalla llena de grasa y barro, y la mostró al público en señal de victoria y celebración. Como si de un trofeo se tratara.

Era la primera victoria de la temporada de Van Aert. La primera en el barro, en la campaña ciclocross. Quedó por delante de su compatriota Laurens Sweek y del vigente campeón del mundo de la disciplina, el inglés Tom Pidcock.

Pero, ¿qué motivo hay detrás de la famosa toalla? Pues tiene su historia. A falta de menos de dos vueltas para el final, al ciclista del Jumbo-Visma se le enganchó en el cambio una toalla con la que los mecánicos limpiaban las bicis y se vio obligado a cambiar de bicicleta. Así no podía seguir pedaleando.

Por suerte, se encontraba cerca de la zona de boxes. Eso sí, tuvo que volver atrás corriendo y perdió cerca de 20 segundos y el liderato (por momentos). Y es que, cerca de lamentarse, se puso en modo apisonadora. 

“Fue, simplemente, muy mala suerte”, comentó Van Aert tras finalizar la prueba. “Afortunadamente, enseguida sentí que algo me bloqueaba por detrás y pude dar la vuelta. Así me mantuve en carrera. Fue entonces cuando empecé a sentirme un poco mejor. Al principio fue un reto, y pensé que me faltaba técnica para controlar la bicicleta. Tuve que acostumbrarme al cambio de circunstancias. Pero después del cambio de bicicleta, me sentí con ganas”.

Tocaba cerrar el hueco con el grupo de líderes – por segunda vez – después de los problemas que también tuvo con una valla en los primeros compases de carrera. Dicho y hecho. Y no solo eso. El campeón belga dejó atrás a todos sus rivales, terminando con una ventaja de catorce segundos sobre Sweeck.

A Van Aert le gusta el barro, le gusta la dureza, y en Dublín volvió a quedar demostrado. “Al final, el recorrido resultó lo suficientemente duro como para marcar la diferencia”, comentó.

La toalla estuvo a punto de costarle la victoria, pero Van Aert sacó a relucir todo su potencial y su fuerza para decir: aquí estoy yo, en lo alto del podio y con la toalla, a pesar de todo lo que me ha pasado hoy.


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de BICIO

Deja un comentario

Please enter your comment!
Please enter your name here

Con la publicación de un comentario acepto expresamente recibir la newsletter y soy conocedor de que puedo darme de baja en cualquier momento de acuerdo a nuestra política de privacidad