El frío del invierno no quita el gusanillo de seguir disfrutando del ciclismo. Pero es indudable que, a diferencia del verano o la primavera, apetece más hacer rutas cortas a través de paisajes invernales o pequeños pueblos para conocer su historia, cultura y gastronomía.
En toda España hay diferentes vías verdes cicloturistas que ofrecen recorridos en bicicleta que a la vez ofrecen la oportunidad de conocer en familia o amigos diversos núcleos urbanos llenos de encanto y vida.
Un buen ejemplo de este tipo de vía cicloturista es la vía verde del Carrilet Olot-Girona. Se trata de una de las mejores rutas de este tipo, con 54 kilómetros entre el municipio catalán de Olot y la ciudad de Girona y que transcurre por diferentes entornos naturales y urbanos.
Así es la Vía Verde Carrilet Olot-Girona
La primera parte del recorrido, desde la estación de Olot, atraviesa el río Fluvià y el parque de la Font de Sant Roc para continuar por los tupidos maizales y Les Preses.
Una vez en Sant Esteve d’en Bas y cruzar la carretera C-152, se asciende al Coll d’en Bas (589 m) en el kilómetro 11 para ver la “suiza de Catalunya”, la Vall d’en Bas.
Luego, se recupera la ruta ferroviaria que se dirige hacia Sant Feliu de Pallerols pasando por el Castillo d’Hostoles y se llega al municipio de Les Planes en el kilómetro 22.
Hasta el kilómetro 30, se transcurre por uno de los tramos más atractivos del ferrocarril al adentrarse en un tranquilo descenso lleno de bosques y puentes para llegar por un tramo estrecho a Amer en el kilómetro 30.
Tras superar el viejo Camino Real, a partir de la estación de El Pasteral se inicia una parte diferente a través de cultivos hasta la Cellera de Ter.
Después, se pasa por la histórica villa medieval de Anglès en la que se puede pasear por sus empedradas calles llenas de ecos del medievo. A continuación, siguiendo al lado de la carretera, se sigue hasta llegar a Girona.
En esta parte, el camino que es flanqueado por el río Ter atraviesa plácidamente frondosas choperas y las estaciones de Bonmatí, Bescanó, Salt y Girona.
Entre las estaciones se pasa por espectaculares lugares como el Paso de la Pilastra en el kmilómetro 49.
Después, el camino abandona el trazado ferroviario en el kilómetro 52, antes de llegar a Salt desde la cual se puede llegar a Girona de dos formas diferentes: atravesando el casco urbano o por detrás de la estación de Salt, entrando a la ciudad por el barrio de Can Gibert del Plá.
Una vez en Girona acaba una ruta espectacular por tierras catalanas llenas de vida y paisajes que acompañan a los cicloturistas a lo largo de la tranquila ruta. Pero, no hay que irse de la ciudad sin visitar su espectacular casco antiguo. Este será el broche final a una ruta llena de naturaleza e historia.
