Se trata de todo un ganador del Giro de Italia que ha llegado este año al Tour con la seguridad de que puede ganarlo. Y en la primera etapa de montaña ha sido el mejor.
“Nunca voy a tener una oportunidad tan clara de ganar como este año”, avisó Jay Hindley en la presentación del Tour de Francia. Estaba claro: no quería ser un secreto.
A la quinta etapa ya es líder de la carrera después de una exhibición magistral en el Marie Blanque.
¿Hasta dónde podrá llegar? ¿Llevará razón Hindley? ¿Será una piedra en el zapato para Vingegaard?
De momento, no sólo ha ganado la primera etapa de montaña. También se ha vestido de amarillo y, si Pogacar no levanta cabeza, podría ser la gran oposición de Vingegaard para ganar el Tour.
Cuidado con Hindley, que no es ningún recién llegado.
Tiene una edad idónea: 27 años. Y es todo un ganador del Giro de Italia que además decidió el año pasado de manera heroica en la Marmolada frente a un Carapaz que no pudo hacer nada. Y, además, fue en la tercera semana. Por lo tanto, tampoco hay dudas de que Hindley también es un ciclista de tres semanas.
Hindley es un corredpr australiano que hace que regresen los mejores recuerdos del ciclismo australiano (Phill Anderson, Cadel Evans…).
Pero Hindley quiere superarlo todo como líder de un gran Bora en el que tiene a su servicio a Sam Bennett, Sergio Higuita o Emanuel Buchmann. Y una confianza en sí mismo que le ha ayudado a coger el toro por los cuernos.
“He oído historias sobre la presión que hay en el Tour”, insistió en su presentación. “Es la carrera más importante de este deporte, así que naturalmente hay más presión y atención. Es un acontecimiento enorme y me he preparado lo mejor que puedo”.
Y en la primera etapa, que ha tenido la oportunidad, lo ha demostrado con una fortaleza admirable.
