Bicicleta y embarazo, ¿son compatibles? Durante la gestación, es frecuente que surjan dudas sobre la idoneidad de ciertos ejercicios, además de los relativos a alimentación y descanso. Consultar a especialistas y buscar información denota responsabilidad: te debes cuidar tu misma y al bebé. Si montar en bici es una de tus actividades favoritas y te has quedado embarazada, sigue leyendo.
Bicicleta y embarazo
Si te encanta practicar ciclismo, ¡estás de suerte! No tienes que renunciar a la actividad por estar embarazada. Mejor aún: como recuerdan en este artículo de la Revista Española de Educación Física y Deportes, los ejercicios que no soportan el peso del cuerpo reducen al mínimo el riesgo de lesión. Entre ellos está el ciclismo, que es, por ello, muy recomendable.
Por otra parte, en este artículo de Nutrición Hospitalaria hacen un recorrido por estudios relevantes sobre el ejercicio y la calidad de vida en el embarazo y el postparto. Un programa de 16 semanas de ejercicios de intensidad moderada en bicicleta, que se desarrolló de forma autónoma y en el propio domicilio, mejoró la condición física aeróbica de las mujeres embarazadas obesas.
En el mismo artículo se menciona que los ejercicios de intensidad moderada como este, dirigidos de forma presencial durante más de seis semanas a partir del segundo trimestre, generan buenos resultados en cuanto a calidad de vida.
¿Puedo montar en bici durante el embarazo?
En vista de lo anterior, ¡puedes! En general, el ejercicio durante el embarazo tiene múltiples beneficios:
- Reduce los dolores de espalda.
- Previene el estreñimiento y la distensión estomacal.
- Ayuda a dormir mejor.
- Previene el exceso de peso, con los problemas que de ello se derivan durante el embarazo, el parto y el postparto.
- Promueve el tono muscular, la fuerza y la resistencia, lo que agradecerás especialmente durante el parto.
- Mejora el estado de ánimo y los niveles de energía.
Ten en cuenta, sin embargo, que tu cuerpo irá cambiando y aumentará tu volumen. El peso y la posición son factores influyentes a la hora de hacerse con el control de la bici y, como además se trata de una situación excepcional, puede que no controles bien el equilibrio.
Además, algunas mujeres embarazadas sufren mareos frecuentes o bajadas de tensión. Si te sucede sobre la bici, podrías caerte, así que convendría evitarlo.
También puedes experimentar otros cambios físicos que podrían generarte incomodidad sobre la bici. Uno de ellos son las hemorroides. Al estar dilatado, el útero ejerce una presión extra sobre la vena cava inferior, que drena las venas del intestino grueso. A ello se suma las frecuentes dificultades en las evacuaciones, por estreñimiento, pero ya hemos visto que este se puede prevenir con ejercicio.
Si las padeces, al montarte en la bici sentirás dolor. Pero, si no padeces esta ni ninguna otra molestia, solo necesitarás tomar precauciones generales. Sigue leyendo.
Consejos y precauciones
La consulta de las fuentes mencionadas hasta el momento nos permite recopilar consejos útiles en torno a la relación bicicleta y embarazo, así como consideraciones generales sobre deporte y gestación:
- Vigila bien la postura para no provocar dolores adicionales, cuando de lo que se trata es de prevenirlos.
- Lleva siempre agua para evitar la deshidratación y el sobrecalentamiento. Bebe antes, durante y después.
- Usa ropa cómoda para mantenerte fresca, con sujetador deportivo que brinde buen apoyo para proteger los pechos.
- Considera las calorías que pierdes con la actividad y que se necesitan 300 adicionales para mantener la homeostasis metabólica. Asegúrate de obtener toda energía y nutrientes que necesitas.
- No te canses demasiado y evita la fatiga. Realiza intervalos frecuentes de descanso.
- Durante el segundo y tercer trimestre, sobre todo, elige bien la ruta. Evita trazados con muchos desniveles, obstáculos o zonas peligrosas, que te podrían hacerte perder el equilibrio.
- Para reducir al máximo los riesgos, también sería conveniente evitar usar la bici en días de lluvia, viento o con temperaturas muy altas o muy bajas.
- Si vives en un ambiente húmedo y caluroso, evítalo. El ejercicio aumenta la temperatura de por sí, y un incremento excesivo podría afectar al desarrollo del bebé.
- Plantéate cambiar temporalmente tu bicicleta habitual por la bicicleta estática. En la comodidad de tu hogar y con alguien cerca reducirás riesgos al mínimo.
- Interrumpe la actividad si observas signos como la hemorragia vaginal, dolor de cabeza o en el abdomen, mareos o visión borrosa, debilidad muscular o dificultad para respirar. También si no notas al bebé.
- Comenta siempre con tu médico cada hábito que quieras mantener o cambio que quieras hacer, sea continuar con la bici u otros.
En definitiva, bicicleta y embarazo son perfectamente compatibles, a no ser que los cambios en tu cuerpo te hagan perder equilibrio o que sufras molestias específicas, como las hemorroides. Si no es así, es muy recomendable que mantengas el hábito por todos los beneficios que tiene. ¡Mantendrás bienestar y calidad de vida!
Fuentes:
Mayo Clinic. Embarazo y ejercicio: ¡Bebé, vamos a movernos! En https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/pregnancy-week-by-week/in-depth/pregnancy-and-exercise/art-20046896
Martínez, C. S. (2016). Realización de ejercicio físico durante el embarazo: Beneficios y recomendaciones. Revista española de educación física y deportes, (414), 53-68. En https://www.reefd.es/index.php/reefd/article/view/480/466
Sánchez-García, J. C., Rodríguez-Blanque, R., Mur Villar, N., Sánchez-López, A. M., Levet Hernández, M. C., & Aguilar-Cordero, M. J. (2016). Influencia del ejercicio físico sobre la calidad de vida durante el embarazo y el posparto: revisión sistemática. Nutrición Hospitalaria, 33, 1-9. En https://scielo.isciii.es/pdf/nh/v33s5/01_articulo.pdf
