El belga reflexiona acerca de una temporada que no ha acabado de completar a nivel de títulos personales
En las fotos de las grandes victorias suelen salir los vencedores haciendo gala de su logro personal. Pero poco se habla del ciclista que ha quedado segundo.
¿Es un mal resultado para este? ¿Por qué no se da tanta importancia a un segundo puesto en el Tour de Francia o un tercer puesto en un gran monumento como puede ser la Milan-San Remo o la Paris Roubaix?
Estas preguntas son las que se ha podido hacer el ciclista belga del Jumbo-Visma, Wout Van Aert que a lo largo de esta temporada ha acumulado más de una decena de podios y 5 segundos puestos.
Lo indudable es que Van Aert ha tenido un año con muchas carreras y con buenos resultados, entre los que destacan cuatro victorias: el campeonato nacional en contrarreloj, la E3 y la general y la quinta etapa del Tour de Bretaña.
Además, hizo una labor espectacular para que Jonas Vingegaard pudiese retener y revalidar el maillot amarillo en el Tour de Francia en el que varias veces fue el MVP de la etapa.
Pero lo cierto es que estos resultados podrían haber sido incluso mejores, según afirma el ciclista en conversación con Het Nieuwsblad
“Yo mismo he estado pensando en ello. Tal vez hablemos de este tema de forma muy diferente si no hubiese pinchado en la Paris-Roubaix”.
La verdad es que Van Aert no ha podido conseguir una victoria de prestigio y decisiva en este año. Siempre estuvo cerca de ella y posiblemente con un poco más de suerte, que siempre se tiene en el ciclismo, podría haber alzado los brazos en más de una ocasión.
Segundo en las carreras en ruta del Mundial de Glasgow durante la primera semana de agosto y en el Europeo de finales de setiembre. Tercero en el Europeo en la prueba de contrarreloj y top 5 en la París-Roubaix y Flandes.
Un historial envidiable para la mayoría de jóvenes, pero para un ciclista que se ha dejado la piel en numerosas etapas del Tour en las que ha sido segundo, tendría que ser mejor.
Muchas veces el ciclista se ha quedado con la miel en los labios, pero otras veces no ha podido responder al poderío de sus rivales.
“Es cierto que en los Monumentos a menudo nos topamos con alguien que es simplemente más fuerte”.
Y reconoce que ellos tuvieron un punto más de talento en esas largas carreras de un día.
Cambios de planificación
Delante de estas reflexiones, el belga se plantea que quizá tienen que cambiar los objetivos o la táctica de ser el que siempre tire del resto en la escapada.
“El que gana es a menudo el que se atreve a abrir la carrera. Si se produce una selección, tengo que atreverme a conducir más económicamente después”.
Cabe destacar que, en numerosas ocasiones tal como se vio en el la Grande Boucle fue el propio corredor del Jumbo el que hacía la selección en el pelotón y después tiraba de la escapada.
Si esto no funciona, también piensa en hacer cambios en el calendario de carreras, como por ejemplo no correr el Tour de Francia, que desgasta mucho.
El especialista en las clásicas del equipo neerlandés lo podría asumir, pero explica que el Tour es el Tour, la carrera más importante de año y nadie se lo quiere perder. A cambio renunciaría a correr menos competiciones.
Van Aert fiel a su ambición de ganador que se creó desde pequeño, quiere aprovechar todas las oportunidades para poder conseguir el éxito.
“En última instancia, no corro tantas carreras al año. Si haces ochenta o noventa días de carrera, puedes dedicarte a entrenar a diestro y siniestro, pero yo no soy así. Cuando llevo un dorsal, doy valor a mi dinero”.
Confianza futura
El belga de 29 años cerrará la temporada disputando sus últimas carreras en Italia. Si consiguiera una victoria le daría un plus de confianza para afrontar la temporada 2024 y en especial el crosswinter.
Sus próximas carreras serán la Coppa Bernocchi el 2 de octubre, el Gran Piemonte el 5 de octubre y el Mundial de tierra batida el 8 de octubre en el cual parte como favorito tras ganar en Houffalize a finales de agosto donde consiguió una ventaja de nueve minutos.
