La motivación no cede el paso a la edad para Joop Zoetemelk. Un ciclista contra viento y marea que, 48 años después de romperse la cabeza, sigue montando en bicicleta.
Se llama Hendrik Gerardus Joseph Zoetemelk (Holanda, 1946) y es una demostración de que la música es infinita, de que se puede bailar toda la vida.
El próximo 3 de diciembre cumplirá 76 años.
Y, si no caen piedras desde el cielo de París, lo celebrará montando en bicicleta.
Y esto es lo más valioso porque la historia de Zoetemelk no sólo es la historia de un ganador del Tour. También es la de un verdadero superviviente.
Un hombre que hace dos años fue atropellado cuando salió a dar un paseo en bicicleta en París, que es donde está su residencia.
El precio fue un accidente grave. De hecho, perdió mucha movilidad y dice que los nervios de sus brazos y de las piernas ya no le funcionan como antes.
“Pero no por eso voy a dejar de montar en bicicleta”, insiste Zoetemelk, cuya historia obedece a lo difícil en los 17 años que estuvo de profesional (1970-1987).
Enfrente de los demás, Zoetemelk fue un ciclista que nunca creyó en lo imposible. “Mientras pueda correr es porque puedo ganar”, insistía.
Por eso llegó a ser campeón del mundo con 38 años y 9 meses al lado de ciclistas como Lemond o Argentin a los que prácticamente doblaba la edad.
Zoetemelk, en aquel 1985, ya tenía la vida hecha.
Había ganado la Vuelta a España de 1979 y el Tour de 1980: había logrado más de 200 victorias.
Había llegado a correr 16 Tours de Francia consecutivos.
Había competido, incluso, en los JJOO de Méjico 68.
Había cruzado, en definitiva, generaciones de ciclistas, desde Eddy Merckx hasta Bernard Hinault.
Ante todos ellos, Zoetemelk siempre fue un tipo que presentó batalla.
En realidad, él fue eso: un ciclista contra viento y marea que pudo no volver más cuando en 1974, siendo amateur en el Tour de Romandia, sufrió una grave caída al chocar con un coche en la que se fracturó el cráneo y en aquella época recordar que los ciclistas no llevaban casco.
También supimos que por culpa de aquella caída Zoetemelk perdió el sentido del gusto y el olfato, pero no la ambición que fue lo que le permitió recuperarse en tiempo récord y ser el ciclista que le prometió ser a sus padres.
Holanda es país de ciclistas.
Holanda es el país que guarda una admiración eterna por Joop Zoetemelk que en la fotografía de estudio, que acompaña este artículo, aparece retratado con el maillot amarillo con el que ganó el Tour de Francia en 1980, la misma publicidad.
Siempre será un referente Joop Zoetemelk que, tras su retirada en 1987, siguió en el ciclismo hasta que se jubiló en 2006 como director del Rabobank.
Pero, por encima de todo, el recuerdo es el del ciclista que aguantó al máximo hasta el minuto 90, el hombre que, a una semana de cumplir los 76 años, sigue montando en bicicleta.
El hombre que, en realidad, se llama Hendrik Gerardus Joseph Zoetemelk.
Si le preguntamos a Eddy Merckx por él te contestará:
-Una roca, una verdadera roca.
