Un túnel ciclista de acceso a Barcelona que atraviese el macizo de Collserola, en un tiempo similar al coche pero de forma saludable, sostenible y económica.
Esta es la propuesta de BikeVidrera, una plataforma ciudadana que lleva más de tres años picando piedra para convencer a propios y a extraños de las bondades de la propuesta de habilitar para el uso ciclista los Túneles de Vallvidrera. Conectando así de manera pedaleable, el Vallès Occidental (con casi un millón de habitantes) con Barcelona.
De esta manera se atravesaría -por debajo- una dificultad importante de 350 metros de altitud -por arriba- para los ciclistas, que tienen que salvar el macizo de Collserola pasando por el paso del barrio de Vallvidrera, con una carretera de descenso con muchas curvas y sin arcén.
Este túnel de servicios de una distancia de 2,5 km fue construido en los años 70′ para verificar la viabilidad de la perforación de la montaña, y conecta con el túnel principal a través de galerías transversales y con espacios de seguridad en caso de emergencia. No hay constancia que se haya utilizado nunca como evacuación de personas, debido a la dificultad de utilizarlo con ese fin ya que parece ser que no cumple con los requisitos de seguridad.
El proyecto del túnel ciclista se centra en tres actuaciones
- Re-acondicionamento del túnel de servicios existente renovando el pavimento, mejorando los sistemas de iluminación y realizando un nuevo revestimiento de las paredes de la galería. Así como la incorporación de las medidas de seguridad necesarias y un completo sistema de señalización
- Conexión del túnel de servicios con la red de calles y carriles bici de Barcelona a través de una pasarela elevada a tres metros del suelo
- Señalización y re-ordenación de la circulación de bicicletas y vehículos de servicio en la rampa existente de la salida norte de los túneles.
Una conexión eficiente y sostenible
Habilitar este paso por el túnel de Vallvidrera añadiría una opción factible -en términos de duración y seguridad- de acceso en bicicleta a la ciudad de Barcelona desde el municipio del Vallès Oriental (Sant Cugat, Sabadell, Terrassa, Rubí…) una comarca en la que viven casi un millón de personas.
Actualmente, este trayecto en bicicleta entre Sant Cugat y Barcelona es de 75 minutos y se vería reducido en un tercio. El tramo comprendido entre Les Planes y el barrio de Sarrià de Barcelona pasaría de unos 45 minutos (subiendo a Vallvidriera para salvar Collserola) a un tiempo de 14 minutos a través del túnel pedaleable.
Las matemáticas juegan a favor de esta plataforma ciudadana.
La Mina Grott, la referencia del siglo XIX
Jaume Valldeperas, el activista por la mobilidad sostenible impulsor de la plataforma, tuvo la idea previa de re-utilizar la Mina Grott, una gruta de kilómetro y medio de largo y de metro y medio de ancho construida a mediados del siglo XIX para llevar agua del pantano de Vallvidera a Sarrià.
Esta mina desconocida por la mayoría de barceloneses tenia la entrada junto al pantano de Vallvidrera y la salida cerca de la Carretera de les Aigües, uno de los lugares de ocio más transitado por ciclistas en Barcelona.
La idea fue capaz de recoger 1.000 apoyos en la plataforma de crowfounding change.org pero no se presentó formalmente a ninguna administración. Según este artículo de El País fue descartada por los expertos consultados.
Pero la idea no era tan descabellada, ya que la historia le daba la razón.
Eran los inicios del siglo XX cuando se presentó un proyecto para dotar a la gruta de un pequeño tren que hiciera el recorrido entre las dos poblaciones. Dicho y hecho, en 1908 se realizó el viaje inaugural con una vagón en el que cabía la friolera de 36 personas.
El éxito del proyecto hizo que cerca de 40.000 personas lo utilizaran durante el poco tiempo que estuvo en funcionamiento. Pero apenas un año después, tuvo que cerrar al público general debido a las presiones del Parque de Atracciones del Tibidado (que lo veían como un competidor que les quitaba usuarios).
El tren y la gruta se siguió utilizando para el uso interno de trabajadores y transporte de material hasta que se clausuró en 1916 (años más tarde se utilizó como almacén de municiones durante la Guerra Civil.)
Actualmente la mina se utiliza ya que una tubería transporta agua, pero en sentido contrario en el que fue concebido.
El túnel de Morlans, una referencia actual
El proyecto de este túnel pedaleable puede beber de la experiencia exitosa del túnel ya existente en San Sebastían desde el 2009. Un proyecto que fue reconocido en su día por el diario británico The Guardian como una de las mejores infraestructuras ciclistas del mundo: el Túnel de Morlans.
El túnel cuenta con 840 metros de longitud más un tramo inicial de 400 metros al aire libre y aún otro de 300 metros que circula entre vegetación. 2,2 metros de anchura con un margen de 92 cm por lado.
BikeVidrera emprende acciones reivindicativas
En abril de 2021, la plataforma BikeVidrera realizó una acción reivindicativa ocupando el Túnel de Vallvidrera por más de doscientos ciclistas que realizaron todo el trayecto de ida y vuelta pese al intento de la Guardia Urbana (polícia local de Barcelona) de impedir su acceso.
Anem pel túnel?
Que millor per celebrar el 24 de 30 dies en #bicibcn que circular pels túnels de Vallvidrera.#30diesambbici #30diasenbici #abrilbicismil #30DEB #enbicipeltunel pic.twitter.com/pg2yRPUFAF— Sergi Lejardi (@_txetxo) April 24, 2021
Del NO de las administraciones al “vamos a estudiarlo”
Según informa El Periódico de Catalunya el Govern de Catalunya acaba de mover la primera ficha con una licitación de 73 mil euros para estudiar la viabilidad del uso de la galería de evacuación del túnel de Vallvidrera como vía ciclista.
A finales del 2023 se dispondría de un primer borrador del estudio con sus conclusiones. Luego, se realizaría el estudio completo y si el resultado es favorable para la comunidad ciclista, se procedería a redactar el proyecto de transformación del túnel de servicio y a ejecutar las obras correspondientes, proceso que podría durar dos años más.
Un rayo de esperanza para este proyecto ciclista que esperamos entusiasmados desde BICIO que sea una realidad, contribuyendo así a una movilidad más sostenible y ayudando a la transformación de las ciudades en hábitats más pensados para las personas.
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