Tamaño
Tipo
Existen tres tipos principales de cubiertas de bicicleta: cubierta, tubular y sin cámara.
Las cubiertas utilizan una cámara de aire que encaja entre el talón y la llanta para mantener el aire; son algunos de los tipos más comunes que se utilizan hoy en día y son relativamente fáciles de instalar/reparar si es necesario.
Los neumáticos tubulares tienen una cámara de aire separada que está cosida a una carcasa con banda de rodadura; son más manejables pero requieren más mantenimiento que los neumáticos de cubierta, ya que hay que pegarlos a la llanta antes de usarlos y no se pueden reparar sin desmontarlos primero de la rueda.
Los neumáticos sin cámara no necesitan cámara; en su lugar, se basan en distintos métodos, como selladores líquidos o cinta engomada alrededor de los talones, para mantenerse inflados y sellados contra las fugas de aire, lo que los hace más ligeros que otros tipos, pero también más propensos a los pinchazos debido a la falta de protección de los flancos en comparación con los tubulares o las cubiertas.
Dibujo de la banda de rodadura
Presión del aire
Composición
Por último, la composición del material también desempeña un papel importante a la hora de elegir neumáticos de bicicleta, ya que las distintas gomas tienen propiedades distintas en cuanto a resistencia a la rodadura y nivel de agarre: los compuestos más blandos tienden a proporcionar mejor agarre, pero se desgastan rápidamente, por lo que son ideales para recorridos cortos, mientras que los compuestos más duros duran más, pero no proporcionan tanta tracción, por lo que son más adecuados para recorridos de larga distancia, carreras, etc..
Aquí cobra importancia el TPI, o Hilos por Pulgada, una medida esencial de la calidad y el rendimiento de un neumático. Se refiere a la densidad de hilos de nailon que se encuentran en tan sólo una pulgada cuadrada, equivalente a 2,54 centímetros cuadrados, entretejiendo los tejidos poliméricos que forman la composición de cualquier neumático.
Con este dato podemos entender mejor cómo se crean los neumáticos para conseguir la máxima eficàcia. La fabricación de un neumático es un proceso intrincado, en el que se forma el “esqueleto” del mismo utilizando hilos de nailon. La cantidad y el grosor de estos hilos pueden afectar a muchos factores; los neumáticos con más hilos por pulgada (TPI) tendrán hilos más finos y menos goma en general.
Aunque elegir neumáticos con un TPI alto puede mejorar el rendimiento, es importante tener en cuenta los inconvenientes que conlleva esta elección. Con su mayor número de hilos y su menor cantidad de goma, los neumáticos de alto TPI proporcionan una seductora mezcla de ligereza y menor resistencia a la rodadura. Aunque tienden a desgastarse más rápido y ofrecen una menor protección frente a los pinchazos, estas maravillas de la alta tecnología ofrecen una conducción notablemente más silenciosa que los modelos tradicionales de TPI bajo.
Los modelos de menor TPI son más pesados y más resistentes a los pinchazos, lo que aumenta el agarre y la resistencia a la rodadura, a costa de más ruido en movimiento.