Lo cierto es que Alejandro Valverde nunca se fue, aunque oficializó su retirada a finales de 2022. Valverde siempre consiguió lo que se propuso, como, entre muchas otras cosas, convertirse en campeón del mundo en 2018 tras quedar dos veces segundo y cuatro tercero.
El español no se ha ido porque sigue compitiendo con los colores del Movistar Team en Gravel y no se le da nada mal a la vista de su cuarto puesto en el último Mundial.
La realidad es que Valverde siempre ha sido un ciclista competitivo y se tomaba en serio cualquier carrera hasta cuando se retiró del ciclismo profesional, tal como reconoció en una reciente entrevista en el País.
“Mi pasión era el ciclismo y ser competitivo. Echaba de menos desahogarme y sentirme útil”
Y explica el cambio que ha hecho cuando al principio se seguía sintiendo ciclista cuando los corredores subían al autobús. “2023 me ha servido un poco para adaptarme, para perder más el gusanillo de la competición, que al principio era muy difícil”.
Y afirma que quería parar de todos modos, pero la pasión por el ciclismo y la carrera seguía viva dentro de él cuando empezó una temporada en la que se seguía sintiendo bien. “No me apetecía ir a las carreras porque me sentía ciclista. Entonces me pregunté si había parado demasiado pronto”.
Competitividad diferente
Los interrogantes le surgieron al español cuando seguía a un alto nivel y con la misma motivación de siempre. Pero, tras muchos años como profesional, decidió que 2022 sería su último año en la élite, pese a que la edad no le impedía rendir al lado de los mejores.
El murciano no dejó el ciclismo y se adentró en un vertiente diferente de este, el gravel. Una disciplina que no se le da nada mal, ya que ya ha conseguido algunas victorias.
Lo más probable es que siga vistiendo los colores del equipo en 2024 en gravel e incluso también en Mountain Bike. No es de extrañar que Valverde pruebe alguna carrera en MTB y se pueda codear con estrellas como Mathieu van der Poel.
El campeón del mundo asegura que nunca se ha arrepentido de dejarlo: “He levantado un poco el pie del acelerador y ya no soy tan estricto”.
