No todos los ciclistas han tenido la suerte de poder rodar con una bicicleta de pista dentro de un velódromo.

Digo lo de suerte, porque, aunque gran cantidad de preparadores físicos e incluso algunas federaciones, lo ignoran, el ciclismo en pista es tremendamente interesante para progresar como deportistas.

Todos los ciclistas que compiten en carreras de categoría inferior, deberían de pasar unos días por el velódromo.

Independientemente de si te resulta más o menos divertida, la pista es fundamental para entender determinados aspectos tácticos y técnicos que difícilmente vas a poder apreciar en las pruebas en ruta.

Una cuestión formativa

El principal problema viene de la raíz, y es que pocas federaciones nacionales son las que apuestan por esta magnífica modalidad.

La excusa fácil, es la de los recursos y de que económicamente no resulta rentable tener un velódromo en cada gran ciudad.

El mantenimiento es necesario, y evidentemente un velódromo, por el riesgo que conlleva, debe de estar en condiciones.

Sin embargo, nada de esto justifica que algunos cadetes, juniors o Sub-23 lleven más de 5 o 6 años compitiendo sin haber pisado un velódromo.

El desconocimiento de estos niños, pero sobre todo la impetuosa presión de unos padres, que ven poco más allá de Strava y el Tour, es el gran obstáculo por salvar.

Sin el caso del futbol, la mayoría de padres quiere que su hijo/a meta goles, en el ciclismo la prioridad es que esté lo más fuerte posible.

No importan ni la visión táctica ni la capacidad de mejora en el aspecto técnico. Lo que importa es tener gas para arriba y estar más fuerte que el vinagre.

Error! Error! Y sino que se lo digan a gente tan importante que Mark Cavendish, Geraint Thomas o Bradley Wiggins que de no ser por el ciclismo en pista, seguramente nunca abrían llegado a su máximo nivel.

Federaciones como la británica o la australiana son plenamente conscientes de ello y por este motivo es habitual ver a muchos ciclistas alternar las diferentes modalidades del ciclismo en pista con las pruebas de carretera.

La pista te enseña muchas cosas. ¿Pero cuáles? Las repasamos a continuación.

Beneficios del ciclismo en pista

Intensifica tu concentración

Aunque algunas son inevitables, gran parte de las caídas que suceden en carrera o entrenado, podrían ser perfectamente evitables con algo más de concentración.

Estar concentrado no solo te va a permitir incrementar tu seguridad y la de la gente de tu alrededor, sino que además te ayudará a mejorar los resultados.

El alto nivel de concentración es una de las grandes virtudes de los mejores deportistas de la historia.

Tal es así que en un deporte como el ciclismo hay que estar muy concentrado para poder aguantar el sufrimiento. La flaqueza mental se traduce automáticamente en flaqueza física.

Aumenta tu cadencia

Determinar la cadencia optima de pedaleo no es tan fácil como parece y entran en juegos diferentes factores de índole personal que pueden condicionar dicho valor.

En cualquier caso, lo que está claro es que el ciclismo en pista, igual que el rodillo, te ayudará a realizar un excelente trabajo de cadencia.

No hay que olvidar que el ciclismo en pista se realiza con una bicicleta de piñón fijo, por lo que en ningún momento podrás dejar de pedalear.

Al principio se hace muy extraño, pero conforme pasen los minutos tu sensación irá mejorando. Lo importante es estar concentrado, tener claro que no puedes dejar de pedalear de golpe y que la cadencia irá aumentando conforme cojas más velocidad.

Recuerda, que a largo plazo una buena cadencia es mucho más efectiva que rodar “atrancado”. Ahorrarás fuerzas y conservarás la musculatura.

Mejora el sentido táctico

Cada prueba tiene sus propias características, pero no hay que olvidar que todas las pruebas del ciclismo en pista tienen algo en común.

La táctica es crucial y aunque las fuerzas marcarán el resultado, también resultará indispensable llevar una buena estrategia.

Anticiparse a los movimientos de los rivales, visualizar los puntos clave o gestionar correctamente tus niveles de energía son algunos puntos que difícilmente aprenderás mejor en otro sitio que no sea un velódromo.

Mejora la técnica

La primera vez que te subas a una bicicleta de pista, te va a parecer que no te acuerdas de ir en bicicleta.

La sensación de pedaleo, al llevar una bicicleta de piñón fijo, es completamente distinta e incluso la musculatura trabaja de forma ligeramente distinta.

Para simplemente rodar en un velódromo se requiere de mucha coordinación, mientras que para participar en según qué tipo de pruebas o subir a la parte más alta del velódromo se necesita de un buen nivel técnico.

La técnica la irás mejorando con los días y todo lo que mejores en el velódromo también será extrapolable a la bicicleta de ruta.

Otro aspecto interesante es el tema de la posición. En la pista se trabaja minuciosamente la postura encima de la bicicleta y dentro del pelotón resultan fácilmente identificables aquellos ciclistas que provienen del ciclismo en pista.

Aprende a gestionar el esfuerzo

Si de algo pecamos la mayoría de ciclistas es de ser absolutamente incapaces de gestionar nuestros niveles de energía.

A menudo arrancamos demasiado fuertes, y con el paso de los minutos empezamos a pagar demasiado cara nuestra emoción inicial.

Las pruebas de ciclismo en pista, al ser tan específicas en cuanto a distancia y duración, nos obligan a gestionar milimétricamente nuestro tanque de combustible.

Realiza trabajo especifico

El ciclismo en pista nos permite trabajar ejercicios súper específicos. El trabajo de series que hacemos puede ser casi perfecto, y de forma muy similar a lo que podemos ejecutar en el rodillo, la pista nos permite hacer intervalos de gran calidad.

En un velódromo no vas a encontrar ni semáforos, ni atascos ni glorietas. La pista es perfecta para calcar de forma milimétrica el plan de entrenamiento.