Colombia vibra con Urán, su sorpresa en el Tour

Urán, entre Froome y Bardet en Serre Chevalier

Urán, entre Froome y Bardet en Serre Chevalier / efe

Sport.es

Colombia vibra con Rigoberto Urán, su inesperada esperanza al podio del Tour de Francia, tras el desacalabro de Nairo Quintana, máximo exponente del ciclismo colombiano,

Bromista, desparpajado, sencillo y risueño, pocos deportistas han sacado más sonrisas en su especialidad y fuera de ella que el ciclista del equipo estadounidense Cannondale-Drapac, en una nación acostumbrada a figurar en los titulares de la prensa internacional por noticias de narcotráfico y del conflicto armado de más de medio siglo.

Antes de que empezara el Tour 2017, en tierras colombianas solo se repetía el nombre Nairo Quintana, que había anunciado su objetivo de vestirse de amarillo pero que ha acabado pagando caro su intento de conquistar antes el Giro de Italia.

"Nairo es el mejor de todas maneras, otra cosa es que le haya ido como los perros en misa en el Tour", opinan sus compatriotas sobre el campeón de la Vuelta a España-2016 y del Giro de Italia-2014 y segundo en el Tour en dos ocasiones (2013 y 2015).

Pero este sábado, en el que Rigoberto Urán se juega el podio del Tour,  miles de colombianos que en su lugar de trabajo, hospitales, cafeterías o en sus casas están pendientes del corredor nacido hace 30 años en el municipio de Urrao, Antioquia (noroeste).

La lucha por quitarle el maillot amarillo a Chris Froome o asegurar el podio es una cuestión de unidad nacional, amenizada por las ocurrencias de "Rigo", también llamado "El toro de Urrao" o "Rigonaitor", una unión de Rigoberto y "The Terminator".

En Colombia han sido tendencia en redes sociales y temas de conversaciones de pasillo las respuestas de Urán a los periodistas que lo acompañan en Francia.

A uno que le preguntó minutos después de terminada la cuarta etapa sobre la causa de la caída que provocó la expulsión del eslovaco Peter Sagan, le respondió con su marcado acento paisa: "¡Yo qué voy a saber, huevón!", una frase repetida en docenas de memes y chistes sobre políticos señalados de corrupción.

Cuando le preguntaron sobre cómo se sentía tras ganar la mítica Chambéry en un cerrado esprint con el francés Warren Barguil y con los cambios de su bicicleta dañados, disparó un honesto "¡Jueputa alegría!".

Urán carga a sus espaldas un palmares envidiable: dos veces segundo del Giro de Italia (2013 y 2014) y medalla de plata en ruta en los Juegos Olímpicos de Londres-2012.

Su padre, también llamado Rigoberto y quien le transmitió el amor por las dos ruedas, fue asesinado en 2001 por paramilitares de ultraderecha en Antioquia. Con 14 años, "Rigo" se hizo cargo de su madre, con una depresión por el asesinato de su esposo, y de su hermana. Vendió boletos de lotería en su pueblo para mantenerlas hasta que consiguió triunfar como ciclista

Por su lucha y tenacidad, en 2016 unos biólogos colombianos bautizaron una nueva especie de rana en su honor, la Pristimantis Urani.