De la alegría desbordada de Federer al cabreo monumental de Kyrgios

Federer y Kyrgios se saludan tras el partido

Federer y Kyrgios se saludan tras el partido / AFP

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Son dos jugadores completamente distintos. Federer, la elegancia, la contención, la sutileza. Kyrgios, el desparpajo, la arrogancia, la potencia, la incontinencia. En semifinales del ATP de Miami se pudo disfrutar de un partido entre dos estilos antagónicos que ofrecieron lo mejor de sí mismos. Pero, como siempre, solo podía quedar uno. Y, como casi siempre, ese uno fue Roger Federer. El suizo, en un maratoniano partido de más de tres horas, sometió al joven y descarado australiano en tres mangas que se decidieron en sendos 'tie breaks'. A punto estuvo de 'colarse' en la final Nick, pero quien lo hizo al final fue el hombre que está más en forma del circuito a pesar sus 35 'tacazos'.

Pero es que el revés del helvético sale más endiablado que nunca, sus golpes son más certeros y su capacidad de sufrimiento parece que no tiene límites. Lo intentó con todo su alma Bautista y más adelante volvió a hacerlo Kyrgios, pero salvo que Rafa Nadal dicte lo contrario, este Federer parece imbatible. Frente al jugador 'aussie', Roger finiquitó el encuentro a lo 'old school', con un saque directo. Un 'ace' que colmó la paciencia de Kyrgios, que liberó toda su tensión y su frustración reventando la raqueta contra el suelo. Una imagen que contrastaba con la sonrisa, entre agradecida y picarona, de Federer. Parece no cansarse de seguir aportando cosas al tenis, a pesar de que muchos creyeran ya haber visto el despliegue de todo su repertorio...