Puyol, quince años arriesgando su físico por el Barça

Entrega, pasión, coraje, valores, resistencia, perseverancia...todas estas palabras, y más, son sinónimos de lo que ha sido la trayectoria del gran capitán en el FC Barcelona. El sentimiento del '5' por este club es incalculable y hoy, cuatro de marzo de 2014 será recordado como el día en que Carles Puyol anunció que dejaba el club de su vida. 

El hambre del central, quien todavía no ha dejado el equipo, no se ha agotado ni por todas las lesiones que el de la Pobla ha sufrido a lo largo de sus quince años a bordo del primer equipo azulgrana. Y es que Puyol ha sufrido hasta treinta y ocho lesiones en total, unas más duras que otras, pero a pesar de ello, el 'Tiburón Puyol', como lo bautizó el fallecido Andrés Montes, nunca se ha dado por vencido luchando contra todos los elementos y adornar al Barça con los mejores títulos. 

El capitán debutó el dos de octubre de 1999 ante el Valladolid con el dorsal treinta y dos, y ya en la temporada siguiente se lesionó de la rodilla derecha, donde sufrió una fractura ostocondral en el cartílago, lesión que le apartó del terreno de juego por tres meses con tan solo 21 años, una de sus peores lesiones. A partir de esta fecha la sucesión de daños, aunque breves la mayoría, fueron apareciendo año a año excepto en el 2001 y en el 2006, los dos únicos en el que no sufrió ningún contratiempo físico. 

Sin ninguna duda la temporada más dura fue la anterior, en la 2012-2013, cuando el capitán sufrió una artroscopia en la rodilla derecha (45 días), fractura del pómulo derecho (21 días), elongación del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda (2 semanas), la luxación del codo izquierdo ante el Benfica (5 semanas) y al pasar por quirófano en 2013. Lesiones que le tuvo apartado demasiado tiempo de los terrenos de juego y que también propiciaron tantas especulaciones de fichajes de otros centrales. 

Máscaras, escayolas, muletas...el de la Pobla de Segur las ha tenido todas, desde fracturas en el ojo hasta una luxación en el codo izquierdo, pero las ganas del catalán nunca cesaron y, a pesar de que no podrá cumplir su voluntad de jugar hasta los cuarenta años, Carles seguirá en el Barça hasta el final de temporada. Hasta entonces, pensará si seguir disfrutando del fútbol o colgar las botas.