Un duelo de máxima urgencia

Décimo a dos victorias del octavo clasificado (el Darussafaka) con siete derrotas consecutivas a domicilio, el Palau tiene que convertirse en una plaza inexpugnable para seguir aferrándose a la vida en Europa ante la falta de fiabilidad como visitante.

un rival necesitado

Esta vez el visitante es el Baskonia, un rival incómodo que llega con el orgullo herido tras cosechar tres derrotas seguidas en Euroliga –las últimas dos ante Olympiacos (92-62) y Estrella Roja (69-87) por una amplia diferencia–. Con un balance de 11-8, los vitorianos no pueden relajarse o se complicarán la vida en el tercio decisivo de una Euroliga en la que habían rendido con regularidad y solvencia.

Una victoria permitiría a los de Bartzokas respirar y, de paso, añadir al Baskonia a Barça Lassa, Anadolu Efes y Darussafaka, quienes pelean por las dos últimas plazas que dan acceso al TOP8. “Necesitamos recuperar el estilo de juego y las costumbres para volver a jugar bien. No tenemos que perseguir una victoria. Lo más importante después de perder en Euroliga es buscar una victoria para estar mejor de ánimo, pero creo que nosotros no conseguiremos ganar si no nos reencontramos antes con nuestro estilo de juego”, manifestó el técnico azulgrana. 

“Antes éramos muy buenos y ahora muy malos, porque hemos perdido la perspectiva de las cosas para ser un equipo competitivo”, aseguraba Sito Alonso, técnico del conjunto baskonista, antes de viajar a Barcelona sin el lesionado Tornike Shengelia.

sin concesiones

Con la doble misión de mejorar el juego y la urgencia de ganar sí o sí, el Barça Lassa afronta el partido con el perímetro al límite tras la lesión de Renfroe. “Nos falta confianza y necesitamos construir nuestra química en los entrenamientos. No quiero poner como excusa que faltan jugadores, porque el equipo tiene jugadores ganadores y duros mentalmente. Sin embargo, estamos perdiendo la confianza, porque perdemos efectivos continuamente y nos cuesta mantener un mismo bloque para ser consistentes”, indicó el entrenador barcelonista. 

“Todo el perímetro menos Eriksson se ha lesionado este año con lesiones de todo tipo. Así es difícil mantener la química. Nos cuesta mucho jugar juntos durante un largo tiempo y eso nos hace perder partidos”, aseguró el griego.

Dadas las circunstancias, Bartzokas admitió la posibilidad de que Moussa Diagné tenga sus primeros minutos y reiteró que el equipo lo dará todo en la pista. “Cada vez que me llama el doctor me asusto (risas). Está siendo una temporada muy difícil, pero no me quejo porque los jugadores están mostrándose positivos. No hay que buscar excusas. Hay que ser positivos. Somos el Barça. Tenemos que ser ambiciosos y luchar hasta el final. No importan las lesiones ni los problemas. No tiraremos la toalla”, advirtió.

El que no pierde la esperanza es Ante Tomic, convencido de alcanzar al octavo clasificado. “Tenemos buenas opciones para entrar en el TOP8. Son solo dos victorias y tenemos tiempo para conseguirlo”, apuntó el croata.

máxima exigencia

Rice, Navarro, Koponen y Claver deberán multiplicarse junto a un Perperoglou sin ritmo de competición. El reto es incuestionable teniendo en cuenta el condicionante de tener que vigilar muy de cerca a Shane Larkin, Rodrigue Beaubois y Adam Hanga en un Baskonia capaz además de poner un listón físico muy alto en cada partido. Y esa virtud, muy especialmente hoy, puede penalizar a un Barça Lassa bajo mínimos.