Gavi, un torbellino en Interello

Gavi está saboreando su semana grande en la selección española de fútbol. Tras hacer historia ante Italia al convertirse en el futbolista más joven en debutar con la Roja con 17 años y 62 días, el canterano del Barça ha querido aprovechar hasta el último instante de los entrenamientos bajo las órdenes de Luis Enrique. Sus ansias por disfrutar se han dejado notar y ahora espera tener la oportunidad de jugar este domingo ante Francia la final de la UEFA Nations League en San Siro.

El centrocampista no descansa ni un segundo en los entrenamientos. En todo momento está activo, moviéndose y, sobre todo, buscando el balón. Gavi se lanza a por una pelota cuando la ve en el campo de entrenamiento de Interello y difícilmente la suelta. Se la lleva incluso al vestuario si hace falta cuando termina. El esférico es su gran aliado y jugando con él es más feliz que nadie.

En los rondos, Gavi no parece ni mucho menos un novato. Difícilmente cae al medio. Y eso que prueba pases de dificultad. Gavi no se limita solo a dársela al compañero del lado. Traza pases verticales arriesgados y normalmente llegan con éxito a su destinatario. En la sesión previa a la final frente a Francia exhibió sus virtudes. El ADN Barça lo tiene muy marcado. Limitarse a dar pases sencillos sería demasiado aburrido para él.

En los ejercicios de pase largo y control tampoco se conforma con cumplir el trámite. Si puede deja algún detalle técnico al parar la pelota o se inventa alguna manera de golpear original. Nada es convencional en él. Gavi disfruta del entrenamiento como el niño que todavía es y no le importa estar entre futbolistas consagrados mucho mayores que él.

Yeremy Pino y Bryan Gil son sus grandes aliados. La juventud les une y también una manera de entender el juego similar. "Un fútbol de parque o de barrio", como definió Yeremi. A los tres les gusta hacer diabluras con la pelota y probar todo tipo de habilidades. Un descaro que luego se plasma sobre el terreno de juego.

La alegría de los 'rookies' contagia al resto y Luis Enrique puede presumir de un grupo cohesionado y muy sano. Los jugadores se divierten y compiten, como se vio frente a Italia. Ya superaron un reto mayúsculo frente a la 'azzurra' en su casa. Ahora queda otro que no le va a la zaga como es ganar un título ante la campeona del mundo. El resultado es incierto, pero está asegurado que este equipo saldrá sin ningún tipo de miedo.