Corría el Tour del año 1964 y Jacques Anquetil estaba dispuesto a hacer historia y convertirse en el primer ciclista en ganar 5 Tours de Francia.
El francés había demostrado en ediciones anteriores tener un gran dominio del recorrido y una enorme capacidad para gestionar los momentos más delicados de la carrera. Partía como el gran favorito y todo parecía perfectamente encaminado hasta que al finalizar la etapa 13 llegó el día de descanso.
Exactamente igual que este año la carrera disfrutaría del día de descanso en Andorra. El país de los pirineos había acogido el final de etapa del día anterior y sería el punto de partida de la siguiente jornada.
La mayoría de ciclistas aprovecharon para descansar y reponer fuerzas, pero Anquetil estaba ofuscado. El galo estaba preocupado por el vaticinio que un popular vidente francés había realizado unos días antes. “En la etapa 14 un corredor cuyo apellido empiece por A tendrá una terrible desgracia”
Su director le obligó a salir de la habitación y ambos acudieron a la barbacoa que organizaba la radio andorrana.
Según varios de los presentes Anquetil empezó a engullir carne como un animal y también le dio bastante a las bebidas con alcohol.
Evidentemente eso tuvo su repercusión al cabo de unas pocas horas.
La etapa 15 arrancaba prácticamente a balón parado con la subida a Envalira y a Anquetil se le atragantó la ascensión. El francés probablemente convaleciente todavía de los excesos en la barbacoa perdía en la cima más de 5 minutos respecto a sus rivales directos. Poulidor, Bahamontes o Julio Jiménez estaban convencidos de que a Anquetil se le escapaba el quinto Tour.
Nada más coronar el puerto, el por entonces cuatro veces ganador de la carrera era consciente de la delicada situación y no le quedaba más remedio que tirarse a tumba abierta en busca de sus rivales.
Anquetil hizo valer sus excelentes cualidades de bajador y contrarrelojista y a unos 30 kilómetros de meta por fin dio caza a Raymond Poulidor.
Fue entonces cuando Pou Pou sufría una desafortunada avería e impotente veía como una vez más se le volvía a alejar el sueño del maillot amarillo.
Anquetil sacó más diferencia y en las dos etapas contrarreloj restantes sentenció el que sería su quinto Tour de Francia.
La suerte del campeón?
