Una de las caras más amargas del ciclismo es el dopaje, con episodios como los de Lance Amstrong, Jan Ullrich o los hermanos Pelissier que dieron positivo en doping debido al consumo de sustancias prohibidas.
Todos los casos tienen consecuencias personales y legales (si las hay). Uno de los ciclistas que está divulgando las repercusiones de su conducta fue Jan Ullrich. El alemán explicó en el podcast personal del jugador de fútbol Toni Kroos ‘Einfach mal Luppen’ los momentos terribles que vivió a raíz de su dopaje, el cual le hizo mucho daño personalmente.
El alemán comentaba a Kroos que en su época todo se veía de otra manera, por lo que admite que no se sentía culpable por lo que hacía. Se debió, en parte, que a diferencia de hoy en día en donde todos saben lo que es el dopaje, antes no era así.
“Ahora sí me siento culpable, pero entonces no se podía controlar”, apuntaba el corredor alemán.
Ulrich explica que llevar a cabo esas actividades no era un delito como tal, sino una cuestión de igualdad de oportunidades. “No te sentías culpable porque sabías que las personas contra las que luchabas también la usaban”. Según cuenta, llegas a pensar que “crees que no haces nada malo”.
Consecuencias inmediatas
Pero las consecuencias por sus acciones con sustancias prohibidas no iban a tardar en llegar y fueron devastadoras. El ganador del Tour en 1997 explicó lo mal que lo pasó. “De repente pierdes todo. Perdí todo lo que había construido durante décadas, los amigos, la familia, los contactos…”.Y asegura que te afecta en tu vida, aunque todos los de tu alrededor siguen haciendo su vida.
Y señala cómo se sentía: “tú has caído y eso hace mucho daño”.
Y ese es el momento en el que le surgen preguntas como la de por qué estaba así, si no ha hecho nada diferente a lo que han hecho muchos otros. Entonces, eran unos tiempos diferentes en los cuales el dopaje no estaba tan controlado como en la actualidad.
Pero, sin duda, el exciclista reafirma que lo pasó realmente mal. “De repente te dejan caer y tienes que levantarte solo. Ya no hablas con amigos, sino que hablas con abogados”.
