Naranja más ciclismo igual a Strava. ¡Error! La verdadera marea naranja del ciclismo es la del Euskaltel Euskadi. Esa fiebre anaranjada que a nivel continental se recuperó en 2018, pero que disfrutó de sus mejores años entre los años 2005 y 2012, cuando dispuso de la categoría World Tour.
Ese equipo no era un equipo cualquiera, era un movimiento social y una corriente que movía y despertaba pasiones. El Euskaltel Euskadi rompió esquemas, y aunque a nivel de resultados nunca fue una gran escuadra, los triunfos que consiguió en grandes vueltas fueron tremendamente emotivos.
Euskaltel Euskadi era algo que trascendía del ciclismo; un movimiento sociodeportivo comparable a muy pocos eventos o equipos a lo largo de la historia. Sería tremendamente bonito volver a ver ese colorido naranja en las carreteras del Tour de Francia. El año pasado, ya los vimos en la Vuelta a España y aunque faltarían un par de saltos económicos y deportivos para aspirar a otra participación en el Tour de Francia, nunca hay que renunciar a ello.
La marea naranja juntaba a muchas familias, unía generaciones, y la pasión por el ciclismo se transmitía de padres a hijos. Los que presenciaron en directo una etapa pirenaica durante la década de los dos mil, sabrán perfectamente de lo que hablamos. El ambiente festivo reinaba por encima de cualquier cosa, y familias enteras aprovechaban para pasar un par de días rodeados de gente con preferencias similares. Furgonetas camperizadas y auténticos campamentos de verano, a la espera de que pasaran los corredores. ¿Horas y horas de espera para ver pasar durante quince segundos a un grupo de ciclistas sudados? En efecto, esto era la marea naranja, el resultado importaba, pero, al fin y al cabo, era lo de menos.
Sacar una plantilla de treinta ciclistas en un territorio tan pequeño y para competir en una carrera o el Tour, solo demuestra la pasión con la que se vive el ciclismo en el País Vasco. Su desaparición nos dolió muchísimo, pero con la vuelta de la fundación, el sueño de volver a ver a los naranjas en el Tour de Francia, está cada vez más cerca. En España, siempre hemos envidiado el movimiento socio-deportivo que tienen los belgas con el ciclismo, pero, a pequeña escala, lo del Euskaltel Eskadi era muy parecido. Pasión extraordinaria por un deporte y por sus valores. Ojalá seamos capaces de recuperarlo más pronto que tarde.
Nombre como los de Samuel Sánchez, Igor Antón, Egoi Martínez, Roberto Laiseka, David López, Iban Mayo, Haimar Zubeldia o Amets Txurruka son algunos de sus ciclistas más exitosos y populares. Pero por el equipo pasaron muchas otras firmas. El equipo daba la oportunidad a una gran cantidad de ciclistas de la zona y a jóvenes españoles que hoy en día no correrían la misma suerte.
El equipo siempre se mantuvo fiel a sus principios, salvo en los últimos años, en los que por necesidad de puntos UCI se vieron obligados a fichar, por primera vez, a ciclistas extranjeros como Radochla, Tamouridis, Kocjan fueron algunos de esos afortunados ciclistas. Nacionalidades un tanto extrañas y ciclistas de un nivel inferior solo por los puntos UCI. Ojalá los más jóvenes tengan la oportunidad algún día, de ver de nuevo en acción a la marea naranja, una corriente que, nos guste o no, forma parte de la tan valorada cultura ciclista.
