De Jong comanda la doble resurrección de Holanda en Alemania (2-4)

Holanda se llevó los tres puntos de Alemania

Holanda se llevó los tres puntos de Alemania / afp

Sergi Montes

Ni una primera parte infame de Blind, ni el mal ojo de los linieres, ni un penalti esperpéntico en contra, ni Alemania ni la presión por la necesidad de ganar. A todos esos factores en contra se sobrepuso la Holanda de Frenkie de Jong con un sonoro triunfo en Hamburgo (2-4). Una doble resurrección que se cimentó con el 1-1 del azulgrana y la dupla letal formada por Depay y Wijnaldum. Mención aparte para el box to box del Liverpool, que dio una auténtica exhibición cuando la Oranje más lo necesitaba. Sin margen de error ante la mole germana, los holandeses despertaron a tiempo en su objetivo de clasificarse para la Eurocopa 2020 por la vía rápida. A pesar de las dudas iniciales, este sábado se vio que tienen mimbres de sobra para ello.

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Clasificación Euro2020

2
4
Alineaciones
Alemania
Neuer; Klostermann, Sule, Tah, Ginter (Brandt, 84'); Kimmich, Kroos, Schulz; Gnabry, Reus (Gundogan, 61') y Werner (Havertz, 61').
Holanda
Cillessen; Dumfries (Propper, 58'), De Ligt, Blind, Van Dijk; Wijnaldum, De Roon (Malen, 58'), De Jong; Babel (Aké, 82'), Depay y Promes.

Tras medirse tres veces en un año, el saldo era de una victoria para cada selección y un empate en este clásico histórico del fútbol europeo Esa igualdad la quiso desequilibrar Holanda de inicio, saltando con mucha personalidad al verde del Volksparkstadion de Hamburgo. Pero a la primera ocasión holandesa, Depay mediante, respondió el combinado germano como mejor sabe, con mano dura y dando ejemplo. Un fallo de colocación de Blind, una calamidad en la primera parte, dejó solo a Promes ante Cillessen. El ex portero del Barça detuvo el primer disparo, pero Gnabry remachó el balón suelto al fondo de las mallas. Su cuarto gol en los cuatro primeros partidos de clasificación para la Euro2020, el octavo en sus nueve partidos con la Mannschaft.

Los tulipanes notaron el golpe, un jarro de agua fría del que se recuperarían solo parcialmente. El libreto de Löw se imponía al de Koeman, con Alemania percutiendo a la contra y cerrando espacios en la zona central de la defensa. Por ello, los tulipanes solo tenían cita con el peligro si De Ligt salía de caza en el juego áereo. Ahí el central de la Juventus era superior a todos, pero las dos más claras que tuvo no llegaron a buen puerto.

Sin más opciones claras, encontró un filón el combinado germano por la banda de Blind, descolocado en cada acometida germana. De esa fragilidad se generó al filo del descanso una ocasión pintiparada para un 2-0 cantado, pero Cillessen intervino con una manopla salvadora que evitó la diana de Reus.

Ningún obstáculo frena a Holanda

Tras el asueto, monopolio del balón para Holanda pero sin trascender ni ser vertical. No cambió nada en la reanudación, si acaso la intensidad germana en ataque, amplificada por las embestidas en ambos flancos ante unos Humfries y Blind superados. Pero esos 10 primeros minutos fueron un espejismo del correcalles que vendría después.

Y es que los tulipanes resurgieron a tiempo por medio de Depay. Pivotando ante la oposición de Sule, se la dejó franca para un Wijnaldum que disparó bien pero Neuer repelió su zurriagazo. La ocasión espoleó a Holanda, que empezó a saber qué hacer con el balón. Eso, unido a un fallo en cadena de la zaga germana, propició que el azulgrana Frenkie de Jong empatara el encuentro. El centrocampista culé llegó en segunda línea para controlar ante el desvalijado Ginter y el fallo de Tah, definiendo con maestría en el mano a mano con Neuer.

Wijnaldum y Depay, mortíferos

Los cambios de Ronald Koeman habían surtido efecto y de qué manera. El héroe de Wembley dio con la tecla y esta vez sí, vía juego aéreo, Holanda remontó el partido. Un cabezazo imperial de Van Dijk generó un balón suelto que Tah, desafortunada noche la suya, se coló en propia puerta. El 1-2, menudo cambio de guión. Pero claro, Alemania era el rival. Una acción de Schulz precedida de fuera de juego significó un penalti tan ridículo como injusto, casi de risa. El balón golpeó en De Ligt, que ni sabía por dónde caía el esférico. Las protestas no sirvieron de nada y Toni Kroos engañó a Cillessen para establecer el 2-2. Dónde está el VAR cuando se le necesita, se preguntaban los hombres de Koeman.

El empate no menguó el juego tulipán. No solo eso, sino que la Oranje se cenó a los teutones a partir del mazazo sufrido. Depay y el estelar Wijnaldum, con la colaboración de Malen, formaron un trivote ofensivo tremendo y letal. EL 2-3, con una jugada de tiralíneas, ajustició a una Alemania que era un queso gruyère. Y a la contra, ya en el añadido, el centrocampista del Liverpool puso la guinda a su soberbia actuación culminando una contra por pundonor y potencia.