Los Hispanos se citan con Suecia en busca del oro

Nueva cita con la historia para los Hispanos en el Europeo. Los entrenados por Jordi Ribera buscan su primer entorchado continental, un objetivo que persiguen desde la final del 96 ante Rusia en Sevilla, donde los hombres entrenados por Juan de Dios Román cayeron por solo un gol, en un equipo comandado por Talant Dujshebaev. Desde entonces, tres finales más en las que el conjunto español ha caído derrotado, llegando hasta hoy, el momento cumbre, cuando la selección de Jordi Ribera lo intentará de nuevo, con una plaza para el Mundial 2019 en juego. Si no logran la victoria, deberán buscar el objetivo ante Holanda en junio.

El rival de los Hispanos será nada más y nada menos que la selección de Suecia, el conjunto con más oros en la historia de los europeos, aunque para ser justos, el último lo consiguió en 2002, en una final jugada ante Alemania. El conjunto escandinavo eliminó a sus vecinos de Dinamarca en unas reñidas semifinales, donde se llegó a la prórroga, dejando el marcador en un 34-35. Precisamente, los jugadores españoles quieren aprovechar el cansancio de la selección dirigida por Staffan Olsson, que han llegado a esta final sin ser favoritos en ninguna de las apuestas, y perdiendo en la primera ronda ante Francia y Noruega. No obstante, el gran partido ante los daneses les ha dado el billete para la gran final. 

El conjunto español tiene más metales que los suecos en los europeos (un total de siete), aunque hay que destacar que el conjunto escandinavo no ha perdido ninguna final, lo que le da una ligera pero real opción de poder dar la campanada ante los Hispanos. De evitar esta posible sorpresa dependerá el estado de forma de sus mejores hombres: la defensa comandada por Gedeón Guardiola y el blaugrana Viran Morros y el ataque, donde Raúl Entrerrios y Ferrán Solé han destacado por encima del resto, a pesar de mostrarse como un colectivo, una de las claves si al final se quieren alzar con el título. Sin embargo, la victoria ante la siempre potente selección de Francia ha dado sus frutos: la mejora en el plano psicológico de esta selección es demostrable. El conjunto llega más fuerte, con más humildad que sus antecesores y por encima de todo, sabedores de los errores del pasado, donde la desconcentración en las respectivas finales perjudicaron sus intereses de ganar el oro.