Recordando algunos de los mejores mundiales de ciclismo resulta inevitable no acordarnos del mundial de 2013.
Una cita mundialista, que de haber jugado bien las cartas, podría haber cambiado la historia del ciclismo español.
Los que recuerden las lágrimas de Purito ese día sabrán de lo que hablamos. Sus lágrimas fueron nuestras lágrimas y es que por un momento todos llegamos a pensar que ese arcoíris no se le escapaba.
Por lo general los mundiales siempre son carreras selectivas, de gran fondo y de una enorme dificultad táctica. Dicen que ganar un mundial es más difícil que ganar un Tour de Francia y es que para lucir el maillot arcoíris hacen falta algo más que buenas piernas.
Florencia 2013 fue con diferencia el mundial más exigente de los últimos 20 años. El desnivel, el kilometraje y la climatología exigieron prácticamente 7 horas y media de esfuerzo a los primeros clasificados.
Rui Costa ganó con 7 horas y 25 minutos. Prácticamente una hora más de lo que normalmente se compite en un mundial.
La carrera parecía hecha a medida para Vincenzo Nibali. El tiburón de Mesina era uno de los grandes favoritos y en la parte final así lo demostró.
El difunto Michele Scarponi hacía la última selección y Nibali cambiaba el ritmo en el reducido grupo de favoritos. Él y Purito Rodriguez evidenciaron en la última vuelta que eran los más fuertes del mundial.
Joaquím se sentía tremendamente cómodo y cuando finalmente logró cobrar cierta ventaja todo parecía de cara para que el ciclista de Parets del Vallès consiguiera el ansiado oro mundialista.
Por detrás, Valverde solo tenía una tarea. Salvaguardar las opciones de su compañero de selección. El bala “solo” tenía que cerrar cualquier ataque y entorpecer los relevos de persecución.
7 años después se sigue desconociendo lo que sucedió. Rui Costa se marchaba de forma inexplicable y sorprendentemente era capaz de dar caza a Purito.
En un sprint de supervivencia, lanzado a escasos 100 metros de la línea de meta, el portugués fue mejor y se proclamó, para disgusto de la afición española, campeón del mundo de ciclismo en ruta.
En apenas 5 minutos España había pasado de soñar con un doblete histórico a conseguir una plata y un bronce que a día de hoy siguen sabiendo a derrota.
A Purito Rodriguez se le escapó su gran opción de ser campeón del mundo. Valverde lo consiguió 5 año después, pero a día de hoy ese mundial de 2013 sigue siendo la gran decepción mundialista para el ciclismo español.
Muchos vendimos la piel del oso antes de cazarlo y eso al siempre astuto Rui Costa le encantó.
