Sir Alex Ferguson revela que estuvo a punto de morir a causa de una hemorragia cerebral

Sir Alex Ferguson, legendario entrenador del Manchester United, tuvo que ser operado de urgencia el 5 de mayo de 2018 tras sufrir un derrame cerebral. Este suceso conmocionó al mundo del fútbol, y las redes sociales se colapsaron con los mensajes de ánimo por parte de futbolistas, entrenadores y aficionados.

Tres años después, el Festival de Cine de Glasgow ha presentado el documental Never Give In, que trata sobre la vida de Sir Alex. Dirigido por Jason Ferguson, su hijo, esta pieza audiovisual trata algunos de los temas más significativos de la vida del ex entrenador del United, entre los que destaca su desafortunado accidente y su complicada juventud.

Ferguson reflexiono acerca de los momentos posteriores al derrame cerebral. “Recuerdo haberme caído y después de eso no recuerdo nada. Fue repentino, el tiempo se detuvo". Su médico, que también aparece en el documental, explicó la complicada situación con la que se encontró al recibir al ex entrenador. “Recuerdo haber estimado su mortalidad, había un 80% de posibilidades de que no sobreviviera".

Durante el festival, Sir Alex participó en una sesión de preguntas y respuestas junto a su hijo. Cuando fue preguntado por su recuperación, reconoció que fue aterradora. “Perdí la voz, simplemente no pude pronunciar una palabra, y eso fue aterrador, absolutamente aterrador. Por mi mente constantemente pasaban varias preguntas: ¿me va a volver la memoria? ¿volveré a hablar alguna vez?"

El icónico entrenador escocés, originario de Glasgow, también vivió una etapa como futbolista. Durante el documental, reveló cómo su vida se desordenó cuando jugaba en el St Johnstone, y cómo se separó de su padre durante dos años. "Me descarrilé un poco. Comencé a salir cada viernes, incluso si había partido al día siguiente".

Sir Alex explicó cómo su descontrolada vida extradeportiva le separó de su padre. “Mi padre me decía, '¿A dónde vas?', Yo respondía que iba a salir de fiesta. Él decía: 'No puedes salir a bailar si tienes un partido mañana' a lo que yo respondía que no importaba, ya que era suplente. Llegó al punto en que dijo: '¡Sigue tu propio camino! Y veremos qué pasa, y luego no nos hablamos durante dos años, entre 1961 y 1963".

Por último, Ferguson lamentó sus malas decisiones y, sobre todo, no haber seguido el consejo de su padre. "Una noche, después de emborracharme, acabé en la cárcel. Yo era una oveja negra, siempre lo he lamentado"