'Pasqui', el alma mater del Barça campeón

Tomás, Pascual, Barrufet y Argemí brindaron por el noveno título seguido de Liga

Tomás, Pascual, Barrufet y Argemí brindaron por el noveno título seguido de Liga / FCB

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Es un hombre serio, para nada dicharachero y poco amante del protagonismo. Un currante que vive por y para el balonmano y que el Barça tiene la suerte de disfrutarlo hace ya diez años. Y digo disfrutarlo porque es él quien, con su mano maestra, dirige a un equipo insaciable que deleita cada semana a los aficionados con un balonmano que progresa en la excelencia y sigue creciendo.

Es Xavi Pascual, un entrenador que quiere pasar desapercibido siempre, pero hay veces que merece un titular y esta es una de ellas.

Los números del Barça desde su llegada al banquillo son alucinantes. Ha estado en todas y cada una de las fotos de los nueve títulos consecutivos de Liga que ha ganado el equipo azulgrana, también en siete Copas del Rey, en dos Champions, en cuatro Superglobes, en ocho Supercopas de España, nueve Copas Asobal, tres Ligas de los Pirineos y seis Supercopas de Catalunya.

En total 48 fotografías que seguro que no tiene colgadas en su comedor, pero que cada día del mundo, cuando cruza la puerta de entrada del Palau, recuerda el trabajo, la constancia, el sacrificio... horas y más horas de estudio, decisiones, pensamientos, momentos buenos y no tan buenos, seguro que alguno de malo por los que ha pasado para conseguirlas. Pero no importa porque es su vida.

En muchas ocasiones le molesta que no se valoren los éxitos de su equipo. Por muy acostumbrados que estemos a ver ganar el Barça, en todas y cada una de las victorias hay detrás, seguro, su presencia, su aportación y sobre todo su sapienza y dominio de este deporte.

¿Cuál es el secreto de tanto éxito? Xavi Pascual nunca se acomoda, siempre explora nuevos caminos, la excelencia es su obsesión. Cuenta con un alto presupuesto, sí, le llegan grandes jugadores, también, pero no es fácil que todo encaje en el engranaje de esta máquina perfecta que ha creado.

‘Pasqui’ siempre tiene respuesta si una pieza falla o se oxida. Antes dos cambios ataque-defensa, ahora uno, antes más ataques estáticos, ahora rápidas transiciones, más ritmo, concentración total en defensa. Se va un jugador, se adapta; se lesiona otro, lo asume; llega un gran fichaje, lo integra... y tantas y tantas cosas que solo él sabe.

Gracias ‘Pasqui’.