El próximo paso faraónico del Atlético de Madrid: no hay excusas para Simeone

Diego Simeone será recordado para siempre como el hombre que elevó al Atlético de Madrid hasta competir de tú a tú con Barça y Madrid. El último mercado veraniego fue prueba irrefutable del poderío del club y de su compromiso con el técnico argentino, al que le construyeron la plantilla que pidió. Aun así, el equipo rojiblanco cerrará su cuarta temporada consecutiva en blanco.

Griezmann, desaparecido en combate

En el Metropolitano desembolsaron cerca de 100 millones por Julián Álvarez (75 fijos más 20 en variables), y completaron el equipo con las llegadas de Conor Gallagher, Robin Le Normand y Alexander Sørloth, con otros 100 millones aproximadamente. Según Transfermarkt, el gasto bruto del club fue de 185 millones de euros, con un balance negativo de -91,1 millones. Para contextualizarlo, el Barça gastó 57,7 millones, pero acabó con un balance positivo de 6,1, mientras que el Madrid desembolsó 49 millones y tuvo un saldo neto de 33.

El resultado, a nivel de títulos, será el mismo que el de las tres anteriores temporadas pese a que esta misma campaña el Atleti subía el telón a la liga con unas expectativas altísimas, incluso superiores a las que transmitía el Barça de Hansi Flick, que aún tenía que enamorar a todos los culés. Eliminado en Champions, fuera de la Copa del Rey y descolgado de LaLiga tras la derrota en Gran Canaria, la figura de Simeone, que aterrizó en el club en diciembre de 2011, sigue intocable en el Metropolitano. Tanto es así, que el club está dispuesto a armarle un equipo todavía más competitivo para la próxima temporada.

La renovación con Nike y la posible salida de algunas estrellas darán oxígeno financiero al Atlético, que planea otro verano faraónico y de grandes inversiones. El objetivo: confeccionar una plantilla al gusto del 'Cholo'. Carlos Bucero, director de fútbol, y Severiano García, secretario técnico, ya trabajan en los fichajes que deben elevar el nivel del equipo.

El guiño de Romero al Atlético

El que parece más encarrilado es el del Cuti Romero, futbolista del Tottenham, que vendría a reforzar el centro de la zaga a petición expresa de Simeone. El argentino, en una entrevista reciente con Gastón Edul, periodista de TyC Sports, no descartó su salida del equipo londinense: "estoy dispuesto a cualquier cosa. Me gustaría jugar en LaLiga", aseguró. El defensa de 26 años, tasado en 75 millones por el Tottenham, podría recalar en el Metropolitano por una cifra cercana a los 50-55 millones de euros.

Para el lateral izquierdo, donde ni Javi Galán ni Reinildo acaban de convencer, los favoritos son Miguel Gutiérrez, jugador del Girona, aunque con opción de recompra del Real Madrid, y Álvaro Carreras, del Benfica. Tasados en 25 y 28 millones de euros, aunque podrían costarle algo más al Atleti, la cuenta empieza a dispararse.

En cuanto al centro del campo, posición en la que Koke, Riquelme o Lemar pueden poner fin a su etapa en el Metropolitano, el objetivo es ambicioso: Álex Baena. El favorito de Carlos Bucero, una de las estrellas del Villarreal, tiene un precio de unos 50 'kilos'. En el caso de que sea imposible, el Atleti tiene como 'Plan B' a Javi Guerra, del Valencia, o a Mateo Kovacic, del City. Thomas Partey, que quedaba libre este verano en el Arsenal, también sonó con fuerza para regresar al club y aportar músculo a la medular.

En la delantera, con la probable continuidad de Antoine Griezmann tras su 'culebrón', el Atleti planea dar un salto de calidad más con la salida de Ángel Correa y la legada de otro crack. En el Metropolitano sueñan con Viktor Gyökeres, pretendido por media Europa. Se ha especulado bastante sobre su precio, pero lo normal es que el Sporting CP, reconocido como un gran vendedor, saque unos 80-90 millones de euros por él.

Que el Atlético esté negociando por jugadores de este nivel demuestra tres cosas: la fe absoluta en Simeone, la ambición renovada del club y la exigencia de dar un paso adelante. Con una plantilla de este calibre, el Atleti ya no puede conformarse con competir: debe volver a ganar.