No hay ninguna duda de que el ciclismo está de moda. El sector avanza a pasos agigantados y cada vez son más las marcas de bicicletas en el mercado.
Digo lo de marcas de bicicletas y no lo de fabricantes de bicicletas, porque como muchos sabréis no todas las marcas son fabricantes.
En un mundo cada vez más globalizado las grandes marcas se comen gran parte del pastel, dejando una pequeña cuota de mercado a las otras firmas comerciales.
Un papel todavía más residual, prácticamente marginal, es el que ocupan los fabricantes artesanos de bicicletas. Por suerte para ellos, hay ciclistas que siguen valorando este tipo de producto. Sin ellos, su trabajo habría desaparecido por completo.
He probado diferentes marcas de bicicletas. Modelos de todo tipo, pero todavía no he tenido la suerte de poder probar una Agustín Hincapié. Algo que tengo pendiente y que me encantaría poder hacer algún día.
Por qué? Pues porque, al margen de que me gusta su estética, siempre he sentido una profunda admiración por su creador.
Os pondría un enlace a su página web para que pudierais ver sus modelos, pero es que con estas bicicletas la cosa funciona de una forma muy distinta.
Agustín Hincapié no tiene página web. No es ni una gran corporación, ni una marca con embajadores. Agustín Hincapié es una sola persona. Un hombre de Medellín (Colombia) que lleva fabricando bicicletas más de 40 años.
Tinno Hincapié empezó a fabricar bicicletas en 1976. Nadie le enseño nada. Un amigo le dejó prestados unos libros y a partir de aquí empezó de una forma totalmente autodidacta a realizar sus mediciones, a estudiar geometrías y dar forma a los primeros proyectos.
Lo hacía, y lo sigue haciendo en un entorno tremendamente humilde, que nada tiene que ver con las grandes fábricas de bicicletas. Os recomiendo visitar su perfil de Facebook, para ver que no hay ni trampa ni cartón.
Con más de 40 años de experiencia Tinno ya se atreve con todo. Bicicletas de acero, aluminio y titanio. Eso sí, por razones obvias, sigue totalmente al margen de fabricar bicicletas con fibra de carbono.
Agustín ofrece un servicio de personalización totalmente a la carta. Es capaz de todo y con sus increíbles dotes artesanos fabrica bicicletas tan bonitas como, al parecer, fiables.
A sus casi 70 años sus pretensiones, pese al boom del sector, no son ni muchísimo menos las de crecer. Nunca lo fueron. Tinno disfruta enormemente con lo que hace y respira una enorme pasión por su trabajo.
Todas sus bicicletas son únicas, no fabrica dos modelos iguales y cuida hasta el mínimo de los detalles. Las soldaduras son pulidas a mano y él mismo incluso se atreve con la pintura.
Todos los respetos para Agustín Hincapié. Un genio y un verdadero artista.
