La liberación de dopamina en el deporte es una realidad que todos conocemos desde hace tiempo pero, quizás han sido los estudios más recientes los que nos han hecho ver la importancia que tienen ciertos movimientos para el cerebro, esos ejercicios que conectan directamente con él haciéndolo sentir mejor.
Siendo uno de los neurotransmisores más importantes del Sistema Nervioso Central (SNC) regula funciones muy diversas como la conducta motora, la emotividad y la afectividad aunque también la comunicación neuroendocrina. Es por esto que vale la pena saber la manera en que actúan con respecto a ciertos estímulos.
¿Cuáles son los beneficios del deporte para el cerebro?
La emoción que produce conseguir una meta, la satisfacción de un trabajo bien hecho y el reconocimiento que hay por parte de los demás son manifiestos de la liberación de dopamina, de cómo este transmisor del placer se pone a favor de cada uno de los ejercicios que estamos realizando.
La actividad física mejora la función cognitiva, la memoria, la eficiencia y, además, previene muchos de los deterioros mentales que podamos tener. De esta manera, para los que quieren comenzar a conocer cuáles son sus efectos sobre nuestra materia gris, nada como hablar de esos deportes que valen para el cometido, que nos hacen sentir libres y con mucha adrenalina. Aquí, algunos ejemplos:
Natación
El esfuerzo que requiere la natación -con la que mejoramos la musculatura de brazos y piernas- supone una garantía para que esta hormona se sienta libre, para que el cerebro se sienta mucho mejor y nosotros veamos los resultados con el paso del tiempo. Practicarla de forma regular ayuda a la memoria, al estado de ánimo e igual al estrés que puede producir el día a día que llevamos.
Caminar
Pocas actividades hay más completas para nuestra mente que caminar. La liberación de dopamina, a veces, parece que sólo ocurre con los deportes de riesgo pero, si miramos los efectos que tiene andar -tanto por la calle como en la cinta del gimnasio- para nuestra cabeza, seguro que cambiábamos de opinión rápidamente. Activo nuestro ánimo, sólo tenemos que marcarnos unas rutas para comenzar a notar sus efectos.
Hacer pesas
Al hacer pesas estamos agregando pequeños retos a nuestra vida diaria. Gracias a que con la práctica podremos levantar más y cambiar de número, se produce en nuestro cerebro esa adrenalina necesaria para que mañana queramos más, para que se produzca un deseo en nosotros que vaya más allá del simple hecho de hacer deporte o de practicar un ejercicio concreto. ¿Te vas a quedar sin saber lo que se siente?
De la misma manera que cuando jugamos al casino online, en el que las ganancias que vamos haciendo nos llevan a sentir un mayor furor, el ver cómo podemos ganar la competición y hacernos con el gran premio. Las pesas, a razón de que nos hacen aumentar músculos y brazos en sí, se pueden comparar con el avance, con dar un paso más al frente de lo que nos gustaría tener. ¡No te quedes sin tu parte!
Surf
El surf es un deporte dónde necesitamos mucha resistencia y precisión con nuestro cuerpo. Y a razón de que cada una de las partes tiene que estar situada en puntos concretos para no fallar, debemos hacer trabajar al cerebro para que no pierda puntada, para que tenga claro cuáles son los objetivos y qué hemos venido a hacer con ellos. Si bien esto parece duro en un inicio, el detalle de que lo consigamos y estemos montados en la tabla como si nada, es una completa liberación de dopamina, ese placer de llevarlo todo bajo control.
Ciclismo
El ciclismo es otra de las disciplinas dónde hace falta mucha fijación por parte de uno mismo. Con los sentidos puestos en la actividad que estamos realizando, sin duda supone un trabajo para nuestro cerebro. Permitiendo que desarrolle una mejor respuesta cognitiva y que la persona en cuestión gane en autoestima, seguro que con el paso de los meses agradeces haberte decantado por éste.
Atendiendo a la manera en la que el deporte supone una liberación de dopamina, sólo tenemos que dar con aquel que nos gusta más para que esta hormona recicle sus tejidos y comience a funcionar de otra forma. El espíritu de la competición, el reconocimiento de los demás y el vernos -aunque sea físicamente- mejor cada día, son razones de más para ponernos a practicar cualquiera de las disciplinas de las que aquí hemos hablado.
La actividad física, necesaria para el cuerpo y la mente, supone una garantía para el bienestar general de la persona, para que problemas como el estrés o la ansiedad queden en un segundo plano. Localizando aquello que te hace sentir bien, no sólo disfrutarás más de la vida sino que estarás de mejor humor y las tareas de rutina ni siquiera te supondrán algo que te cueste hacer. ¿Te animas?
