Laudrup: "Cruyff fue el entrenador del que más aprendí"

Laudrup, junto a Koeman en una de sus primeras imágenes en el Barça

Laudrup, junto a Koeman en una de sus primeras imágenes en el Barça / ZOLTAN CZIBOR

SPORT.es

Con la tranquilidad que exhibía en su fútbol, el danés Michael Laudrup se sinceró en una entrevista concedida al programa ‘Quan s’apaguen els llums’ de TV3 y fue repasando su historia deportiva, marcada sobre todo por su etapa en el ‘Dream Team’ del Barça, a las órdenes de Johan Cruyff.

 “El Barça era un gran club pero en aquella época ganaba una Liga cada ocho años, cambiaba de entrenador constantemente, había  tratado muy mal a Simonsen, tenía problemas con Schuster... y yo no sabía qué hacer.  Pero pensé que si Cruyff me quería, debía ir”, señaló Laudrup.

Para el danés, Johan fue decisivo : “Es el entrenador del que he aprendido más cosas en mi carrera. No necesitaba hablar cinco minutos, sino que con pocas palabras explicaba el fútbol fácilmente. Su mérito fue cambiar a un club que antes de 1988 no ganaba casi nada y a partir de entonces mira lo que  ha ganado”.

Grandes recuerdos

Laudrup recuerda con cariño la época del ‘Dream Team’  -”fueron mis mejores años, un grupo muy bueno que lo era especialmente cuando las cosas no iban bien”- y reconoció que el futbolista con el que se entendía mejor era “con Txiki Begiristain. Él y yo hicimos mil veces la misma jugada, con un pase al hueco para que llegara él a centrar,  y gracias a ello Bakero, Stoichkov y Salinas marcaron muchos goles”.

De esa época, recuerda las Ligas ganadas en la última jornada y sobre todo, la tercera de ellas: “Se hizo el silencio en el Camp Nou cuando hubo el penalti a favor del Deportivo y estalló cuando falló Djukic”. Y también habló de su enfado con Cruyff cuando este le pidió que fuera más constante. “Le repliqué que igual que cuando él y Charly  jugaban un partido bueno y luego varios malos. Rexach reconoció en la prensa que yo tenía razón, pero que Johan quería que aprendiera de ellos. Era como un padre con su hijo”.

Y lógicamente, también habló de su marcha al Madrid. “Tenía decidido que  mi etapa en el Barça había acabado. Y el Madrid se interesó. Para mí era un halago y quería seguir en España. ¿Por qué tenía que irme a otro país? Pero entiendo que el Camp Nou me pitara cuando fui”, dijo el danés.

LAS FRASES DE LAUDRUP

“Mi padre, Finn, era un jugador muy técnico. Jugaba con dos piernas, como decía siempre Cruyff. A mi padre no lo veía como un ídolo, sino como mi padre”.

“No estuve en la Eurocopa del 92 porque dejé la selección en el 90. Lo hice porque solo quería pensar en el Barça”.

“El Barça fue uno de los primeros clubs que se interesó por mí. El Ajax también. Recuerdo que fui una vez a Barcelona, a casa de Josep Mussons. Tenía solo 16 años. Para mí era demasiado pronto para salir de Dinamarca, pero me querían para ir a La Masia”.

"Poco después, el Liverpool quiso ficharme, Estaba casi todo hecho para firmar por tres años. Dos semanas después de ir con mi padre, nos llamaron a casa y nos dijeron que en vez de tres años tenían que ser cuatro. Mi padre no estuvo de acuerdo porque ya habíamos acordado tres años y no se hizo. El Liverpool pensaba que todo el mundo quería ir allí, pero yo soy así. Cuando nos damos la mano, no se puede cambiar”.

“El entrenador de mi padre en Copenhague era italiano y muy amigo de Boniperti, entonces presidente de la Juve. En una semana llegamos a un acuerdo, aunque no podía jugar porque estaban Platini y Boniek y solo podían jugar dos extranjeros. Por tanto, me fui cedido a la Lazio un año que luego fueron dos. Si el Liverpool no hubiera cambiado el acuerdo, la historia hubiera sido distinta”.

“Cruyff y Beckenbauer eran mis ídolos de infancia, después de verlos en el Mundial de 1974. Tenía mis dudas por ir al Barça pensé que si Cruyff me quería, debía ir”.

“Lineker era completamente diferente a mí. Era un ‘nueve nueve’ y no entendía por qué Cruyff le hacía jugar pegado a la banda. Luego empecé a descubrir cómo pensaba Cruyff, sus tácticas, y por ello puedo decir que fue el entrenador del que aprendí más cosas”.

“Cruyff explicaba fácil lo del 'falso 9'. Decía ‘jugamos sion 9’ y lo justificaba diciendo que todos los centrales del fútbol mundial necesitan la referencia de uno o dos delanteros a quienes deben marcar. Al principio, algunos centrales rivales miraban al banquillo y preguntaban qué tenían que hacer. Como táctica era lógica”.

“No se puede hablar de Wembley sin hablar de Kaiserslautern. Ellos, en la ida en el Camp Nou, estaban muy contentos por haber perdido 2-0. Y en la vuelta nos mataron. Se pusieron 3-0 y podían haber marcado más. Y en el último minuto, Jose Mari Bakero, con 1.70, se levantó entre dos armarios de 1,90 y marcó el 3-1. Aun así, en el descuento tuvieron ocasiones de marcar el 4-1, pero ese día tuvimos mucha suerte, que  es importante en el fútbol”.

“Cruyff era uno de esos. Un gran entrenador pero también con suerte, como Capello o Zidane. Hay otros que son buenos también, pero tienen mala suerte”.

“Diciendo salid y disfrutar, lo que él quería decir es que no sabemos cuántas finales íbamos a jugar, por lo que teníamos que disfrutar el momento sin jugar nerviosos, porque te puedes arrepentir después”.

“Fue un gran orgullo ganar el premio a mejor futbolista extranjero en España entre 1974 y 1999. Imagínate, compitiendo con cracks como Cruyff, Maradona… y me eligieron a mí”.

“Iniesta hacía cosas que hacía yo, como la croqueta. Ronaldinho también daba pases sin mirar… pero estas jugadas salen de forma natural. Como aquel pase en Pamplona a Romário. No quería hacer una tontería sino que era la única forma de pasar. No había espacio por abajo con tantos defensas y solo podía enviar el balón por arriba”.

“A Guardiola le vendí un coche de segunda mano, un Golf descapotable. Todavía me lo recuerda".

“Se vendió que Romário llegaba para ponernos presión a los extranjeros, pero entiendo que la competencia siempre es buena. Los cuatro mejores no podíamos jugar juntos y siempre debía estar uno en el banquillo”.

 “La gente dice que Laudrup se fue porque no jugaba, pero hasta enero el extranjero que jugo más de los cuatro que éramos fui yo. Es verdad que después, porque pensaban que no renovaba y me iba a ir al Madrid, ya no jugué ninguno de los partidos importantes. Pero yo no había firmado con nadie. Eso me dolió, aunque debía aceptarlo”.

“No sabía cómo me iban a recibir en Madrid, después de haber sido su verdugo, pero el trato fue fenomenal”.

“Cruyff es como un padre que dice a su hijo lo que tiene que hacer y éste le replica. Pero el padre le dice que no tiene que hacer como `¿el, sino aprender de sus errores”.

“Por desgracia, a medida que pasan los años, hay menos gente que conoces, pero el trato humano es importante. Cuando veo por la tele a Carlos Naval, pienso lo importante que es”.