En su búsqueda incansable de una versión mejorada de sí misma cada día de su vida, Aitana Bonmatí (18 de enero de 1998, Sant Pere de Ribes) se ha convertido, a sus veinticinco años, en la número uno del mundo. El Balón de Oro que le otorgó en París ‘France Football’ y que la acredita como tal no es casualidad. Solo consecuencia de muchos años de trabajo y sacrificio a los que se suma la mezcla justa de ambición, competitividad y calidad que lleva en sus venas desde la cuna.
“Todo lo que hace en la vida, y no solo en el fútbol, es al cien por cien, no sabe hacer algo a medias”, cuenta Lluís Cortés, el técnico con el que Aitana se convirtió en pieza indiscutible del FC Barcelona y parte fundamental de su primera Champions e histórico triplete. Debutó con el primer equipo el 18 de junio de 2016 -después de empezar con siete años en el equipo de su colegio, El Pi, pasar por el CD Ribes y el CF Cubelles y acabar de crecer en el Juvenil y filial azulgranas- en un partido de cuartos de final de la Copa de la Reina y a las órdenes de Xavi Llorens.
Entonces compartía posición con Vicky Losada, capitana y leyenda del club, hasta que el entrenador de Balaguer decidió apostar por ella. “Se lo ganó. Era muy difícil verla entrenar cada semana y no ponerla el domingo, porque, a pesar de su juventud y de que había jugadoras consolidadas y más sagradas, Aitana nos daba argumentos cada día para ser titular”, nos explica Cortés. “Yo veía en ella una futbolista capaz de romper el partido en cualquier momento, sobre todo en escenarios en los que el rival se encerraba y había pocos espacios. Necesitabas talento y velocidad, y ella era una de las mejores en esto”.
Entre la exigencia y el inconformismo
Aitana vive permanentemente entre la exigencia y el inconformismo. “La frase de ‘que lo que hagas hoy te acerque adónde quieres llegar mañana’ la podría llevar tatuada”, comenta su círculo más cercano. Este patrón la ayuda a analizar aspectos donde puede mejorar y, al mismo tiempo, la desgasta, porque aspirar a la perfección puede llegar a ser agotador.
Después de haberlo ganado todo y de saber, prácticamente con toda seguridad, que sería distinguida como la mejor futbolista del mundo, en las últimas semanas ha seguido revisando sus partidos, sus datos, los vídeos de sus jugadas, etcétera. "Me llamó durante la semana de descanso entre el Mundial y el inicio de temporada con el Barça, me pidió hora con el preparador físico, el fisio, el nutricionista, la psicóloga y me preguntó cuáles eran los próximos objetivos, qué podía mejorar y cómo lo haríamos. Es insaciable y en esto no tiene límites", cuenta Cristian Martín, su representante y pieza fundamental de su crecimiento desde 2018. "Lo único que le pido a veces es que aprenda a disfrutar de cada momento, porque cuando todo está enfocado en el proceso, la mejora y el detalle, a veces cuesta apreciar todo lo que vas consiguiendo. Pero esta es su esencia".
Un equipo de profesionales a su alrededor
Más allá de lo tangible y público en las actas de cada partido, como son los goles y asistencias, Aitana presta una especial atención al resto de datos que hoy recogen las nuevas tecnologías. Son los indicadores que miden su evolución. Y los utiliza para complementar, con su propio equipo, el trabajo que realiza en el día a día en el Barça, buscando siempre la excelencia.
Un equipo, encabezado por Cristian Martín, director y fundador de su agencia, Wom Sports, formado por tres áreas: rendimiento -con preparador físico, fisioterapeuta, nutricionista, psicóloga y analista-; imagen -patrocinio, redes sociales, prensa y contenido-; y negocio y representación.
La de Sant Pere de Ribes es la futbolista que más partidos ha disputado, desde 2018, contando club y selección. Este trabajo complementario la ha ayudado a potenciar sus virtudes, a evitar lesiones, a recuperarse mejor entre sesiones y partidos, y a adquirir unas condiciones físicas supremas. “Si miras sus datos condicionales de partidos y entrenamientos, tiene una capacidad altísima para encadenar esfuerzos a cualquier intensidad que no hemos visto en ninguna otra jugadora”, apuntan desde su equipo.
Su primera valoración de mecánicas de movimiento, funcional y artrocinemática fue en marzo de 2021, en el centro ACE Performance. Desde entonces ha estado trabajando semanalmente con su preparador físico, que explica que “las demandas físicas del fútbol mundial van aumentando y es imperativo que las jugadoras estén preparadas para asumir los calendarios competitivos, cada vez más intensos, así como el aumento de cargas en entrenamientos y partidos”. Y confiesa que la evolución de Aitana “es magnífica; ha corregido déficits mecánicos importantes para su rendimiento físico, ha mejorado valores de fuerza y potencia y ha aumentado su masa muscular funcional”, entre otros aspectos.
Otra de las claves de su éxito es el trabajo mental. “Si la cabeza no funciona bien, las piernas no tiran”. Ha ido llevando todo este proceso de cambio “con naturalidad, discreción y personalidad; ha trabajado mucho con profesionales, con lecturas, charlas y meditación” y algo que ha aprendido en los últimos años es “aceptar mejor todo lo que no depende de ella, muchas veces se frustraba por situaciones que escapaban de su control y le costaba relativizar; ahora sigue viviendo todo con intensidad, pero está más ocupada que preocupada”.
La madurez que ha ido adquiriendo en estos años se ve reflejada en todos los ámbitos, no solo en lo que hace en el campo sino también fuera de él. “Lo vive todo con mucha energía y, aunque a veces puede tener impulsos fruto de esta mentalidad, también sabe ser reflexiva y analizar cada situación”.
La misma de siempre, muy de los suyos
Dice Rosalía que “es mala amante la fama”. Sin embargo, ni los trofeos, ni los focos ni la repercusión mediática se han llevado la esencia de Aitana Bonmatí. “Siempre ha sido muy consciente de todo lo que tenía que hacer para estar a su mejor nivel y huye de todo lo que la puede distraer en momentos clave. Es muy realista, responsable y constante por la edad que tiene”, explica su familia materna, de la que viene su primer apellido, pues la centrocampista fue la primera niña de Catalunya en llevar el apellido de su madre.
“En lo personal, sigue siendo la misma”, confiesa su grupo de amigos de Ribes, “es una persona con carácter, mucha ambición y las ideas claras, siempre ha tenido mucha personalidad, algo que seguramente ha heredado de sus padres”. Eso sí, “seguramente, todo lo que ha vivido en los últimos años ha hecho que su nivel de autoestima haya aumentado, porque de pequeña no se valoraba mucho. Lo pasó incluso mal, sobre todo en el instituto, y todo esto la ha ayudado a creer en ella misma y en lo que hace”.
Como amiga “es una persona muy cercana y accesible, de las que sabes que estará ahí cuando la necesites y que siempre te da un buen consejo en momentos complicados”. Es culta, le encanta viajar, ir a conciertos y al teatro, y le gusta leer libros de historia -le apasiona la Segunda Guerra Mundial- y también biografías de deportistas. Y con su grupo, su “colla”, suele ir a tomar algo -le encanta el té macha- por la Plaça Marcer, de su pueblo, hacer algún plan por Barcelona como participar en un ‘Improshow’ o escaparse, cuando tiene algunos días libres, a la Costa Brava o por el Pirineo.
Sus colegas, “orgullosos de tener una amiga que juega en nuestro equipo”, del Barça de corazón, acuden con frecuencia al Johan Cruyff y la han acompañado en desplazamientos a Eindhoven, Turín, Londres o Madrid. También su familia, que intenta organizar las reuniones según su agenda para que ella pueda estar y compartir tiempo con los suyos. Y, “como somos muchos, siempre hay alguien que puede ir a los partidos a apoyarla”. Especialmente Nil, su primo más pequeño y su fan número uno, “intenta no perderse ni uno”.
Referente dentro y fuera del campo
Aitana siempre ha tenido claro que, como deportista de élite, “tiene una responsabilidad social y un altavoz enorme para dar visibilidad a injusticias que le duelen y le preocupan”, explican Cristian Martín e Ignasi Cardó, también de su equipo. Su tiempo es limitado y no puede ayudar tanto como querría, pero es la cara visible de la Fundació Barça Genuine y embajadora de la Fundación Cruyff y ACNUR. “Prefiere hacer acciones sobre el terreno, charlas y visitas, para entender cómo viven por ejemplo los refugiados y escuchar de primera mano su experiencia para que se sientan apoyadas”.
En lo deportivo, creció admirando al Barça de Pep Guardiola, Xavi, Iniesta, Messi y Puyol. El entrenador del Manchester City está “completamente enamorado por la manera en cómo juega, diría que es como el Iniesta del fútbol femenino. Ha tenido un impacto increíble”. Y el técnico azulgrana no le quita ojo: “Desde el primer día que la vi jugar me sentí muy identificado con ella. Pequeña, con talento, levanta la cabeza, es responsable con el balón… Entiende el fútbol y el juego como yo”.
Esta fascinación por ella le llevó a escribir el prólogo de su libro, ‘Totes unides fem força’ (2022), en el que destacó sus valores como la mejor herencia para las próximas generaciones, de las que Aitana es ya referente. Y se atrevió a decir que “tiene las condiciones para ser la mejor futbolista del mundo, porque es muy perfeccionista y este es el camino para seguir creciendo. La fortaleza mental que tenga determinará hasta dónde puede llegar”. Y lo mejor de todo es que, aunque ya ha alcanzado la cima, todavía no ha tocado techo.
