El ciclismo de hace 20 años no tiene nada que ver con el de la actualidad, en el cual la tecnología ha tenido un gran impacto. Antes los ciclistas se guiaban por la intuición y las sensaciones, ahora, por los vatios.
Sin duda, el cambio ha sido progresivo, sobre todo en unos ciclistas que han cambiado de mentalidad. Precisamente, el ciclista belga Ben Hermans ha hablado en Het Nieuwsblad de algunas diferencias que ve entre los ciclistas de hoy en día y las que había cuando él comenzó a correr.
Hermans ha comparado el ciclismo en el que hizo sus primeros pasos, que no tiene nada que ver con el de ahora. “Los corredores más jóvenes parecen estar cada vez más locos. Mientras que yo sigo siendo tan prudente como en los últimos años”. Y asegura que las carreras de antes no son las mismas, ya que ahora no es posible correr basándose en la intuición o las sensaciones.
Y admite que el aspecto que más ha cambiado en el ciclismo es el de la seguridad. “Cada primavera, todos los jefes de equipo insisten cada vez más en la importancia del posicionamiento“. Y afirma que en parte es debido a la combinación de auriculares y sistemas GPS en los ordenadores de las bicicletas, ahora hay un enfoque de vida o muerte en cada curva”.
Tal como explica Hermanas, el hecho que los ciclistas oigan y vean donde se sitúa el punto crucial, les convierten en presas cazadas. Y cada vez más, “Ya nadie pisa el freno. Una acción que también se produce varias veces al día”.
Con 19 victorias a lo largo de su carrera, Hermans tiene mucho de lo que enorgullecerse. Uno de los aspectos en los que cree que más ha cambiado el deporte es en la actitud de los ciclistas respecto a su propia seguridad.
