Asma, bronquitis, rinitis, alergia al polen…Todas estas afecciones que provocan molestias relacionadas con nuestro sistema respiratorio son especialmente molestas para los corredores. Y es que salir a correr con congestión nasal, picor de garganta y ojos llorosos no es lo más divertido pero eso no significa que sea algo imposible. Por eso, si eres de los que no puede abandonar su rutina de entrenamiento porque te ves afectado por alguno de estos síntomas te van a interesar los consejos para correr con alergias que te vamos a dejar a continuación.
Sin embargo, antes de nada, lo primero de todo es saber si los síntomas que estás experimentando se corresponden realmente con una alergia al polen o al polvo urbano. Decimos esto porque es muy habitual confundir los síntomas de la alergia con los síntomas de un asma: tos seca, dolor en el pecho, insuficiencia respiratoria.
Por otro lado, también se dan casos en los que la falta de aire durante la carrera está relacionada con una mala condición física y no con ningún tipo de afección de las comentadas anteriormente.
Por todo ello, lo más recomendable es acudir al médico para efectuar una revisión y estar seguros del tipo de afección que estamos experimentando.
En caso de que el médico confirme nuestra alergia al polen, al polvo urbano o a cualquier otro elemento natural o te preocupes porque el running no habrá terminado para ti. De hecho, es posible continuar tu entrenamiento a pesar de la alergia e incluso puede resultar beneficioso. Esto se debe a que correr con alergias puede fortalecer los músculos respiratorios, mejorar la capacidad aeróbica y reducir los bronco-espasmos por debajo de lo normal. Eso sí, no todo será de color de rosas puesto que el frío excesivo o la falta de calentamiento puede causar la aparición de los síntomas justo antes o durante el entrenamiento.
Entonces, ¿quieres saber cuáles son los consejos que recomendamos para correr con alergia o con asma? Pues vamos allá:
Evidentemente, esta es una lista genérica de consejos para correr con alergias pero lo mejor es siempre consultar con el médico especialista que será el que realmente nos dé las recomendaciones oportunas y nos recete, en caso de ser necesario, el antihistamínico apropiado.