Mathieu van der Poel estuvo estelar en su temporada de ciclocross con un invierno de ensueño. Ahora, el neerlandes quiere hacer historia con las clásicas de primavera y poder completar los monumentos y pruebas que le faltan en su palmarés.
La primera gran carrera que correrá van der Poel será la Milán-San Remo el 16 de marzo, en la que fue tercero en 2022. Una semana después correrá la E3 Saxo Classic y la Gent-Wevelgem en tres días frenéticos. Ambas serán claves para prepararse para la importante cita del Tour de Flandes del 31 de marzo.
El ciclista de Alpecin Deceunick empezará el mes de abril compitiendo en la París-Roubaix el domingo 7. La carrera francesa se convierte en el otro gran monumento adoquinado de su temporada en su primavera.
Después, sin tiempo para perder, el campeón del mundo en ruta regresará una semana después a la Amstel Gold Race, donde consiguió una gloriosa victoria en 2019. Van de Poel debería estar entre los principales favoritos.
Finalmente, la gran incógnita será si cerrará su campaña de primavera con la Lieja-Bastoña-Lieja del 21 de abril. Un monumento que aún no figura en su palmarés. Su estado de forma y sus sensaciones decidirán si asiste a una carrera exigente con un final duro que no se adapta tanto a sus características.
Después de conquistar otro mundial de ciclocross, el ciclista del Alpecin se tomó unas vacaciones en los Alpes. Luego preparó la temporada de 2024 en España. Van der Poel se exprimió muchas horas en sesiones de alta intensidad para poder afrontar sus grandes objetivos.
El neerlandés, al igual que Wout van Aert, no correrá vueltas de una semana como la París-Niza o la Tirreno-Adriático. En cuanto a las clásicas, las únicas que no disputará serán la Dwars door Vlaanderen y la Strade Bianche del 2 de marzo.