El ser humano necesita entre 7 y 9 horas de sueño, dependiendo del estado físico, la edad y la actividad física, entre otros. Cada vez más se incide en la importancia del sueño, sobre todo en los deportistas, los cuales acumulan una alta dosis de actividad física. ¿Pero, por qué es tan importante el sueño para los ciclistas?
Primero de todo hay que precisar que la carencia de un sueño reparador puede provocar una sensación constante de fatiga. Y, en consecuencia, una reducción del rendimiento y el funcionamiento cognitivo. Por eso, el sueño se convierte en la mejor estrategia de recuperación deportiva debido a sus efectos reparadores en las funciones físicas, fisiológicas y metabólicas.
Para afrontar pruebas de fuerza, velocidad y resistencia, como las recientes, Tour de Flandes y Paris-Roubaix es necesario un buen descanso. Son carreras con un alto desgaste muscular. Por eso, en el caso de los ciclistas el descanso debe ser superior debido al mayor desgaste respecto la actividad física de cualquier otro tipo de persona.
Este descanso permite mejores resultados en otras cualidades físicas como la coordinación y la agilidad, imprescindibles en carreras ciclistas en las que se rueda a más de 30 km/h. La atención y la función ejecutiva también son esenciales para los ciclistas para evitar caídas o choques. Así, un sueño insuficiente deteriora estas características y puede llegar a dañar la salud.
En concreto, durante la fase III del sueño, las hormonas anabólicas aumentan la síntesis de proteínas y movilizan los ácidos grasos libres que son los que suministran energía al cuerpo.
La secuencia “estímulo-fatiga-reposo-sobrecompensación” es la que mejora a los ciclistas. También ayuda a regular la liberación de cortisol (hidrocortisona), la hormona que controla nuestro nivel de estrés, y aumenta la actividad del sistema inmunológico.
Unos buenos hábitos de descanso son básicos para tu mejora como ciclista. Los músculos, tejidos y otros mecanismos de regulación hormonales se regeneran y activan gracias al descanso nocturno. Así, estás listo para futuros esfuerzos y no sufrirás las temidas lesiones.
Si no hay descanso, hay fatiga continua de la que el ciclista nunca se recupera. Por tanto, un descanso de calidad y en cantidad es esencial para asimilar el ejercicio físico de cualquier ciclista. Lo ideal sería dormir 8 horas y mantener unos hábitos que te permitan dormir estas horas. ¡Si cumples con el entrenamiento, cumple con el descanso!