Carlos Verona, de 30 años, solo ha conseguido un triunfo en su carrera. Pero hay ciclistas que están por encima de las victorias.
En el ocho del Movistar para la Vuelta a España hay un ciclista que ofrece confianza a todo el mundo. Es Carlos Verona.
Un corredor que ya tiene 30 años y que realmente solo ha conseguido una victoria de profesional.
Pero hay ciclistas que están por encima de las victorias.
Que dan más de lo que reciben en su palmarés.
Y Carlos Verona, el ciclista que nació en San Lorenzo del Escorial, es uno de ellos.
Cuando se habla de él siempre se siente que las cosas están bien hechas.
El hecho de que ahora haya renovado por Movistar y no se vaya a otro equipo es un desahogo
La realidad es que su nómina de victorias, tras doce años en el campo profesional, estaba vacía hasta la temporada pasada cuando ganó en Vaujany, en una prueba de tanto prestigio como la Dauphine Liberé.
Pero no todos los corredores tienen el mismo trabajo.
“Yo soy ciclista desde hace 12 años no por las victorias, sino por el nivel”, justificó él, que en lo alto del podio, recordó que claro que soñaba con un momento como el que consiguió en la Dauphine.
Y aceptó que se había quitado “un peso de encima”.
Pero lo importante es que, más allá de una victoria más o menos, Carlos Verona es un ciclista auténtico, uno de esos que todos quieren tener en su equipo.
Y eso es lo que da más valor a su historia y a la paciencia del ciclista que sabe esperar.
Y esa es la enseñanza que implica Carlos Verona.
Quizás nunca le recordaremos por su facilidad para ganar pero sí como uno de esos corredores que siempre da el nivel.
