Entrevista a Santi Hernández: "En la adversidad, Márquez da el 200%"

Santi Hernández, jefe de equipo de Marc Márquez

Santi Hernández, jefe de equipo de Marc Márquez / E. Pérez de Rozas

Sergi Mejías

Sergi Mejías

Marc Márquez le define como ‘el mago’. Santi Hernández es el jefe de equipo del campeón de MotoGP y el líder indiscutible de su 'Dream Team'. El sábado lloró de felicidad junto a Marc en el homenaje que Cervera le brindó al piloto

¿Esperaban poder dar la vuelta a la situación después de la mala pretemporada? Sinceramente, no. Ahora sería muy fácil y muy guay decir que sí, pero siendo honestos, sabíamos que iba a ser un año complicado. Nunca perdimos la motivación. Hay que apretar, hay que trabajar.

¿Qué pasó? 

Neumáticos nuevos, electrónica nueva... Nos costó, en la pretemporada estábamos lejos pero pensamos que eran 18 carreras y, como después se ha visto, se han disputado en condiciones diferentes. Y teníamos que sacar el máximo provecho de todas ellas.

No empezaron tan mal.

Nuestro objetivo en la primera carrera en Catar era acabar entre los seis primeros. Y fuimos terceros. No nos lo esperábamos. Cuando trabajas con un piloto como Marc, que en circunstancias adversas siempre da un 200% y donde no llega la moto lo pone él, facilita mucho las cosas.

¿Por qué les ha dado tantos problemas la electrónica?

Ducati ya trabajaba con Magneti Marelli. Honda venía de trabajar con su software, como Yamaha, pero por el tipo de motor o chasis a Yamaha le costó menos adaptarse. La nuestra era más sofisticada.

¿Cuántas carreras hubiesen ganado de haber empezado la temporada con la moto actual? 

No sé, pero seguramente el planteamiento hubisese sido diferente. Hemos acabado a un nivel como el resto, en el que podemos estar luchando cada carrera para ganar.

¿Cómo consiguieron que Marc cambiara de mentalidad?

No es convencer. Yo creo que es un piloto muy inteligente, que aprende de los errores, ya sean suyos o del equipo. En 2015 todos aprendimos mucho en muchos aspectos y le hizo ser más fuerte y ver que cuando no se tiene la mejor moto hay que saber asegurar un resultado, aunque te cueste asimilar porque eres un campeón.

¿Quién anima cuando hay un momento de bajón en el box? 

Él, Marc.

¿Y si es él quien está de bajón?

Todos. Es un tío que nunca pierde la sonrisa, un chaval súper positivo. Me he encontrado con poca gente así. Aunque sí ha habido momentos que se le ha visto preocupado y todos sabemos qué tecla tenemos que tocar. Cenando en el hospitality intentamos hablar o sacar temas que lo desconecten un poco del campeonato o de la realidad.ç

¿El tema ‘trabajo’ se queda en el box? 

No hay una norma escrita pero como si la hubiera: Acabado el trabajo, bien ó mal, vamos a cenar, a pasárnoslo bien y a reírnos.

¿Si se cae paga una ronda? 

No tenemos establecido nada así. Este año hicimos una porra en el Barça-Atlético de Madrid. Pusimos un euro cada uno y se quedó en pagar una ronda de cervezas. También hay que decir que Marc es súper generoso.

Márquez lleva 65 poles (37 en MotoGP). ¿Qué hace con los relojes que otorga Tissot? 

A mí me ha regalado uno, a Roger otro. Normalmente se queda el primero, el segundo se lo da a su padre y a partir de ahí los va regalando. Durante todos estos años nos lo ha regalado a los miembros del equipo y a gente que trabaja para él, como su preparador físico. A todos les hace ilusión que se acuerde de ellos.

¿En el box quien es el serio, el bromista...? 

Por edad, Javi es el que hace más bromas, y Jordi también es de los bromistas. Quien pone la calma siempre es Carloso. Luego está ‘Ginetto’, puro nervio y no para, es incansable. Cuando todos estamos reventados de recoger, el tío es el que se pone primero a poner cosas. Hugo es alemán pero con su español, muy simpático. Siempre le decimos que parece que haya nacido en Cuenca porque dice frases que no sabes ni de donde las ha sacado ni dónde las ha ha aprendido. Marc pone la gracia porque nada más llegar al box lo oyes que ya se está descojonando.

Explique alguna broma de las suyas, que las hay... 

Hay muchas, pero pocas se pueden contar. Una la hicimos de risas en Australia, y eso que nos habíamos caído. Decidimos gastarle una broma a Hugo. Él cumple años el 1 de enero y lo montamos como si fuera esa noche. Hablamos con el restaurante, le sacó una tarta de cumpleaños, todo el mundo cantando el ‘cumpleaños feliz’, el tío flipando. Marc llevaba una pulsera y se la dio como si fuera su regalo de cumpleaños. Por cierto todavía la lleva.

Cuente otra, por favor.

En Moto2 le hicimos una buena a Eskil Suter. Estaba en una reunión súper importante con Mahindra y le enviamos unos mariachis. Empezó a mirar y a unos metros vio a un grupo de degenerados que nos estábamos descojonando. En el párquing nos deshinchó las ruedas del coche.