FUTBOLEANDO

Odegaard, una cortina de humo indecente

Odegaard, durante su presentación

Odegaard, durante su presentación / sport

Lluís Miguelsanz

Sin copa, todo vale. El aparato propagandístico blanco se afanó en cerrar y anunciar el fichaje del noruego Odegaard la misma noche que se estaba disputando el partido de Copa entre el Barça y el Atlético. Había que desviar el foco mediático como fuera ayudados por el entorno madridista para tapar, como fuese, la primera debacle del proyecto deportivo madridista. Porque la eliminación copera escoció mucho en el palco del Bernabéu y Florentino no tuvo más remedio que tirar de talonario con la esperanza de recuperar protagonismo en un mes en el que al Madrid se le ha acabado jugar entre semana.

No hay que esconder que el fichaje de Odegaard tiene pinta de ser una buena operación deportiva. Eso sí, pagada a precio de oro. Porque el noruego, con tan solo 16 años, cobrará la friolera de 2,8 millones de euros por temporada y el club le ha dado trabajo a su padre como entrenador en el fútbol, aparte del traspaso abonado. Un fichaje galáctico en toda regla de un menor que ha levantado ampollas en el mundo futbolístico. Porque muchos clubs comienzan a preguntarse de dónde saca tanto dinero el Madrid para reforzarse pagando más que nadie en el mercado. 

Odegaard es una clara cortina de humo. Un divertimento de Florentino Pérez para desviar la atención unas semanas hasta que llegue la Champions confiando que su equipo retome el buen camino deportivo. Y es que, con el prespuesto que maneja, sería un fracaso monumental acabar esta temporada en blanco. Por el momento, el presidente madridista se ha conformado fichando a un chaval de 16 años y presentándole como la nueva estrella mundial. Tal vez lo será, pero futbolistas como Isco, que cobrarán casi como él, no deben estar muy contentos.