Las madres están tan acostumbradas a dar que, cuando reciben, casi siempre lo agradecen: unas flores, unos bombones, algo de ropa, un libro, un perfume, unas entradas para el teatro… Son ideas comunes, pero un regalo original siempre trasladará la idea de que no solo has querido tener un detalle, sino que has meditado mucho qué le puede gustar. ¿Y qué puede agradecer una madre más que un tiempo de calidad?
Más allá de los regalos clásicos, un album de fotos personalizado es más especial y exclusivo. Le recordará el rol que ocupa en la familia, en la que es un pilar fundamental, y será algo que conserve y le recuerde siempre esos momentos inolvidables que habéis pasado en familia. Un regalo como este tiene muchas ventajas:
Una vez te has decidido, te sugerimos una idea: elige un hilo conductor y selecciona fotos acordes para que el álbum quede bonito. Veamos algunos ejemplos a continuación.
Tu madre sabe cuándo pasaste la varicela, qué te ocurrió la primera vez que fuiste de campamento, cuál es tu comida favorita y cómo prepararla y dónde sigues guardando aquella vieja camiseta de tu equipo de fútbol favorito. Es momento de poner en valor su rol y recordar momentos de un tiempo feliz: tu infancia y la de tus hermanos, en caso de tenerlos.
Selecciona fotos significativas con criterio, aquellas que reflejen un momento inolvidable o que capten la personalidad de quien aparece o el estilo de vida y gustos de la familia. Intenta que tu madre sea la protagonista o coprotagonista, ya que se trata de un regalo para ella.
Con frecuencia olvidamos que las madres son mucho más que su rol de madres. Aunque en su momento cedieron parte de su vida, hábitos o aficiones por cuidar a hijos que las reclamaban 24/7, también se sintieron felices y plenas antes de que ellos llegaran. Es momento de recordárselo, más aún si ya tiene una edad y hay personas de aquella etapa de juventud que ya no están.
Busca en los viejos álbumes en papel que hay en casa, pide fotos a sus mejores amigas, a antiguos compañeros o a familiares a los que siempre estuvo muy unidas. Cuanto más inéditas sean, mejor. Puede que haya olvidado algunas de esas fotos, incluso los momentos y escenarios en que se tomaron. Le encantará recordarlo.
La etapa de abuela también se disfruta mucho. Es un rol que no genera tanta responsabilidad como el de madre, o no debería, así que solo está lo bueno: pasar tiempo con los pequeños sin temor a consentirlos mucho. ¡Para eso son abuelas!
A la mamá y abuela le encantará conservar un recuerdo de los primeros años de sus nietos para cuando crezcan, más aún si ya lo han hecho. Eso sí, intenta que el álbum no sea una simple colección de retratos aglutinados sin orden ni concierto. Busca fotos bonitas, significativas y en las que siempre aparezca tu madre.
Puede que tu madre fuera una mujer de espíritu arrollador y con ganas de divertirse siempre. Si es de esas personas que han acumulado cientos de experiencia que contar, es hora de recordárselas.
Selecciona fotos con un hilo conductor: aquellas que reflejen esa gran afición de tu madre. ¿Le encanta la música y ha ido a infinidad de conciertos? ¿Le gusta hacer alguna actividad manual y ha hecho amistades con otras personas de gustos similares? ¿Lo suyo es bailar? ¿La cocina? ¿El senderismo? También es una forma de poner en valor lo inspiradora que te resulta tu madre.
En definitiva, se trata de un regalo personalizado, exclusivo, emotivo y eterno que trasladará cariño y dedicación, ya que necesitarás tiempo para seleccionar las mejores fotos. Recuerda convertir a tu madre en protagonista para reconocer y valorar el rol que ha tenido en la vida familiar, seleccionando bien los momentos inmortalizados para que resulten significativos. Si le dedicas tiempo y cariño, ella lo sabrá, incluso sin que se lo digas. Se sentirá especial, que es de lo que se trata en su día.